El trabajo infantil, plaga a erradicar

Por: Marina Vilchis Herrera.

H. Zitácuaro, Michoacán. – El trabajo infantil, es una aberración reconocida a nivel
mundial, que no deja de ser una realidad en nuestras sociedades. Muchos niños
todavía realizan actividades económicas que comprometen seriamente su
desarrollo y plenitud y puede poner en riesgo su vida.
La psicoterapeuta Jessica Velázquez manifestó que en temporada de vacaciones
incrementa el número de niños que, acompañados de sus padres, son obligados a
vender dulces o trabajar, en la región oriente del estado. Mencionó que son
muchos los niños explotados incapaces de probar que están siendo lastimados,
porque carecen de un certificado de nacimiento.
Indicó que el difícil acceso a la escolarización, un sistema educativo deficiente y
unos padres que a menudo ignoran la importancia que tiene ir a la escuela, son
elementos igual de importantes, que motivan el trabajo infantil.
Asimismo, “debemos hacer referencia al interés de los empleadores en conseguir
mano de obra barata, a las crisis humanitarias y a los conflictos que dan lugar a
que los niños sean explotados”.
Recalcó que los niños procedentes de familias pobres y de zonas rurales resultan
ser los más vulnerables ante las diferentes formas de explotación, son niños a los
cuales se les priva de su infancia, conocen condiciones de trabajo miserables.
Señaló que son muchos los niños que se ven obligados a ejercer esta actividad,
aun cuando sea en disminución de su desarrollo físico y moral. Sufren
considerables perjuicios y a menudo se les abandona a su suerte, sin ninguna
perspectiva real de futuro. Se les lanza también a un círculo vicioso perpetuo: la
pobreza.
De igual forma dijo que el trabajo infantil constituye una compleja problemática que
vulnera los derechos fundamentales de la niñez y afecta el desarrollo psicofísico
de los niños/as, quienes por su condición requieren la protección y cuidado de los
adultos.