A la compra y venta “apartados” en escuelas públicas

Zitácuaro, Mich.- Desde nivel preescolar, primaria y bachillerato, padres de familia utilizaron todos los recursos a su alcance, ya fuera el pago de tipo monetario o en especie, a través de un conocido, familiar o “palanca”, con el propósito de que sus hijos accedieran a los colegios de su preferencia, principalmente públicos y en segunda opción los privados.

“El Despertar” tuvo contacto con varios padres de familia y ofrecieron sus propias versiones de manera confidencial. En el caso del nivel preescolar se pudo saber que si algún maestro que trabajara en la escuela o incluso hasta si fuera intendente tenía derecho a cubrir el lugar, ya fuera para algún familiar o incluso poder “canjearlo” con algún conocido.

Para responder a este “favor” el padre tuvo que ofrecerle un dinero de manera que no pareciera un “pago”, si no el corresponder de forma solidaria por ayudar a su hijo o hija a entrar al colegio, al que quizá fuera de mayor demanda o por encontrarse dentro de zona de su preferencia.

En escuelas primarias también se dio preferencia a aquellos alumnos que tuvieran algún hermano o hermana dentro de la misma. Pero en algunas situaciones se tenía que tener el lugar “apartado”, llegando a un acuerdo “económico” o a corresponder con algún “favor” en especie.

En secundarias, por ejemplo, fue una situación similar. Era necesario que los mismos padres abrieran sus carteras y ofrecer una compensación económica o de ser necesario hasta los maestros solicitaron apoyo de tipo material, para ayudar en las mejoras físicas de la institución.

Fue, en algunos casos, indispensable tener una “palanca” o persona influyente dentro de la escuela que pudiera ayudar a su hijo, en caso necesario de que no apareciera su nombre dentro de la lista de resultados, una vez que hubiera hecho el examen de admisión, en nivel secundaria.

Por lo que hubo padres que sí arreglaron o apartaron un lugar para sus hijos bajo el sistema de “tráfico de influencias”.

El nivel bachillerato no fue la excepción, ya que alumnos y padres de familia sí pactaron o recibieron la ayuda de un maestro o maestra, con el propósito de “apartar” un lugar o de tener asegurado un espacio.

Aunque la permanencia del alumno en la institución ya dependería de él mismo, en base a resultados, en cuanto a evaluaciones periódicas dentro de los programas de estudio.

Hasta hace más de 30 años no era necesario tener influencias, sin embargo creció de manera increíble la demanda de acceder a los servicios de educación, principalmente pública, comentaron padres de familia a este medio informativo.

Por ejemplo, en el tema de preparatorias, de acuerdo a las pláticas con los mismos, les pidieron al ingresar de 2 mil a 3 mil pesos, más otras cantidades de manera mensual, lo que representó para ellos un elevado costo económico. Por ello la primera opción han sido las escuelas públicas y después las particulares.

Sus gastos se dispararon aún más cuando hubo padres que tuvieron o tienen a sus hijos con carrera universitaria y que radican en otras ciudades por diferentes motivos. Sus gastos ahora serían no sólo en colegiaturas y uniformes, sino también en transporte, hospedaje y alimentación.

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