Adultos mayores sobreviven de limosnas

Algunos postrados en las banquetas piden ayuda económica, en ocasiones están afuera de las Iglesias, bancos o recorren la ciudad en busca de caridad.

Por: Gabriel Gómez Rodríguez

H. Zitácuaro, Mich.- Una de las formas que con mayor frecuencia utilizan adultos mayores que están en situación de pobreza, es pedir limosna o vivir de la caridad. “El Despertar” realizó un recorrido por céntricas calles de la ciudad, donde observó que personas de la tercera edad sobreviven pidiendo una moneda o un peso.

Aunque algunos no alcanzan todavía la edad de adultos mayores, se sienten imposibilitados a laborar por diferentes circunstancias, quizás por discriminación, por enfermedad o porque consideran que son escasas las posibilidades de laborar.

“Una limosnita por el amor de Dios”, “Deme una caridad, Dios le socorra”, son algunas de las frases de aquellas personas que piden ayuda económica, siendo su única opción o el modus vivendi que mejor les acomoda o conviene.

Tal vez algunos de ellos han sido olvidados por sus familiares y no tiene más remedio que salir a las calles en busca de apoyo económico.

No únicamente deben comprar alimentos, también tiene que ganarse el sustento para el pago de servicios, incluso tienen que apartar para el pago de la renta de un espaciodonde hospedarse.

“El Despertar” conoció el caso de un adulto mayor que todos los días se ubicaba sobre la calle Lerdo, su hijo se encontraba en silla de ruedas, padecía discapacidad y el modo para medio vivir era pedir limosnas.

Por lo regular las personas que se dedican a esta actividad se instalan afuera de los bancos, iglesias o plazas públicas, muchos de ellos pasan desapercibidos y la gente en ocasiones los ignora.

Su único propósito es juntar algunas monedas, comprar algunos productos de la canasta básica y si el dinero les alcanza adquieren medicamentos y sufragan el pago de servicios, como agua y luz.

Una persona que recorre varias cuadras de esta población, su frase que utiliza es: “me da pa’ mis tortillas”, luego la gente le da una o más monedas.

Recorre varias calles, inicia su jornada laboral desde la mañana y termina por la tarde, el dinero que logra recabar lo lleva a casa y compra productos de primera necesidad.

Los adultos mayores no son los únicos que piden cooperaciones a la población, también hay otras personas que salen a las calles, padecen una situación de hospitalización por alguna enfermedad.

Se ha comprobado que hay familias que no cuentan con los recursos económicos para solventar el pago de una cirugía, ya que los costos son muy altos y se han visto en la necesidad de solicitar el apoyo de la ciudadanía a causa de un accidente, de tal manera que salen a pedir a las calles recursos económicos.

Se organizan, consiguen unos botes y comienzan a recaudar fondos. Ese dinero es destinado para el pago de servicios médicos, cirugías, hospitalizaciones o traslados.

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