Zitácuaro

Buscan “mordidas” a todas horas agentes de tránsito

H. Zitácuaro, Mich. – Ya sea de noche o de día, agentes tránsito continúan aplicando la clásica “mordida” a decenas de automovilistas, choferes y motociclistas, en diferentes sectores de la ciudad.

Lo peor del caso, es que, aunque se utilizan las redes sociales y medios informativos para denunciar este sistema de corrupción, las autoridades de Zitácuaro tienen pleno conocimiento de que los uniformados practican la extorsión.

A través de los recorridos que ha hecho “El Despertar”, se ha observado que, con el pretexto de verificar los documentos de los automovilistas o choferes, tarjeta de circulación y licencia, en muchas ocasiones los agentes se quedan por varios minutos para verificar su autenticidad y enseguida informarle al ciudadano que es motivo de multa no traer sus documentos en regla.

Si en algún momento los zitacuarenses pensaron que tener una moderna avenida, adornada con muchas luces, semáforos nuevos, rodeada por decenas de establecimientos comerciales, como restaurantes, bares, taquerías y muchos otros, vigilada por decenas de policías y agentes de tránsito, garantizaban la seguridad y vialidad, hoy sabemos que no.

Como en todo México, la corrupción pasó de ser un hábito casi inofensivo, una costumbre que “humanizaba” las relaciones sociales, a convertirse en un cáncer con efectos letales en la economía de quienes habitan en esta ciudad.

Con la “mordida” al agente de tránsito también se traduce al “moche” con las autoridades para que se hagan de la vista gorda. Algunos especialistas en el tema consideran que también es un tipo de delincuencia, organizada o no.

Hubo una época en que se encontraban las oficinas de tránsito donde hoy está ubicado el OXXO de la calle Salazar y avenida Revolución. Los elementos de tránsito tenían la consigna de levantar infracciones al por mayor.

Había diferentes retenes, cada elemento tenía su propio block de infracciones, las mismas eran llenadas a mano y el objetivo era que el delegado o encargado del despacho tenía esa orden por sus superiores a nivel estado.

Así mismo, había casos en que los agentes de tránsito eran castigados, algunos recibían fuertes reclamos porque extorsionaban o pedían dinero a los ciudadanos que tripulaban sus autos o camionetas, no importando su condición social.

Por otro lado, el conocer el reglamento de tránsito, cuando un elemento detiene a los automovilistas o motociclistas, es importante poder actuar de la mejor manera e incluso poder evitar alguna sanción.

Estas prácticas desleales de los policías han sido una constante por toda la ciudad, por ello es necesario conocer la información respectiva, para quienes usan transporte diariamente se documenten y eviten ser sancionados.

Otros casos de corrupción se suscitan en la Dirección de Seguridad Pública, donde algunos elementos también “esculcan” o les pasan “báscula” a supuestos infractores, les quitan sus pertenencias y han hecho de estos actos su modus operandi.

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