Criadero de perros y fábrica de cachorros más allá de un simple negocio

Zitácuaro. – La idea de tener alguna mascota dentro del seno familiar genera una gran alegría para las personas, en especial para los niños. Sin embargo, detrás de esto existe un gran negocio que deja ganancias, pero ¿Qué pasa con los cachorros que nadie compra? Estos muchas veces son sacrificados o abandonados, creando así más perros callejeros.

De acuerdo con vecinos de las personas dedicadas a este negocio, de criaderos de mascotas, se han percatado que en la casa se pueden observar jaulas con cachorros que, mayormente son de la raza pitbull, amontonados, cubiertos de excrementos, orines y llenos de moscas. Los vecinos tienen miedo de reportar a estas personas, ya que son agresivas. Es por eso que se reserva la ubicación e identidad de las mismas por medio a represalias.

Los perros viven en condiciones deplorables, de hacinamiento, insalubridad y crueldad, donde por lo general son maltratados y sólo cumplen con el objetivo de obtener los mayores beneficios económicos posibles. Las hembras están constantemente sometidas a ser cruzadas sin el debido cuidado y tiempo de recuperación entre los embarazos. Esto produce tumores, los cuales las dejan imposibilitadas de tener más cachorros, son echadas a la calle, en ocasiones asesinadas o simplemente abandonadas en una azotea, en donde morirán de hambre.

La industria de compra venta de perros de distintas razas, que en ocasiones son exclusivas, con costos que van desde los $500 hasta los $70000 pesos, dichas fábricas son casas donde operan alrededor de 10 personas dedicadas a contactar compradores, cuidar, alimentar y vender a los cachorros en base en una lógica mercantil y como todo negocio, responde a la ley de la oferta y la demanda, convirtiéndose así en una mafia dedicada a la producción de caninos. Las cifras son contundentes: según la organización Defensoría Animal, 70% de los perros asesinados en los antirrábicos provienen de fábricas de cachorros

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