El arte de mirar y el pensamiento de las imágenes

Zitácuaro.- El arte de mirar el mundo desde otra perspectiva, ha logrado que el Doctor Francisco Álvarez Díaz haya captado cientos, tal vez miles, de imágenes fotográficas que, tan sólo al verlas, parecieran hablar de poesía. Horas, días, meses interminables de caminatas alcanzaron una meta, un sueño hecho realidad desde la infancia del profesionista.

Luego de mirar su trabajo es difícil creer que se trata de un novato y no de un fotógrafo profesional,  y es que hay personas que nacen con un talento natural, humildad y accesibilidad para crear cosas que nos sorprenden. Francisco Álvarez Díaz es uno de esos maestros natos, que la vida privilegia con talento.

Su pasión nació de forma genuina, llevado de la mano por la inspiración. Él mismo nos cuenta que desde su infancia sentía pasión por la fotografía al ver plasmadas las imágenes en las fotos del almanaque familiar, “se me hacía mágico como se captaba el instante en las fotografías”, expresa claramente, recordando esa época.

La fotografía se combinó con la costumbre de la caminata, otra pasión de Álvarez Díaz. Caminar por los diferentes pasajes que tiene el municipio, detenerse un momento para respirar y ver su entorno, fueron la combinación perfecta para lograr imágenes que invitan a la reflexión, al recuerdo y en algunos casos a la dignidad de la naturaleza.

Francisco Álvarez describe los momentos de sus andares como únicos en su vida, al lograr captar la combinación de colores sin ningún tipo de retoque. “Venimos de la época de la palabra escrita y ahora todo es tan rápido, que vamos perdiendo la capacidad de retener el momento en nuestras mentes”, dijo el autor de las imágenes, que ahora se exhiben en el lobby del Teatro Juárez.

Eran tiempos diferentes para la fotografía cuando Francisco Álvarez comenzó a tomar sus primeras imágenes, con una cámara 135 mm. Eran 36 las que se revelaban y 20 fotos las que difícilmente le gustaban; ahora, aunque registra no ser un experto en la tecnología, reconoce que ha sido de gran ayuda para su pasión, visualiza la imagen en su mente, y toma la fotografía para que quede plasmada de manera perdurable.

Desde sus inicios ha tenido sólo dos cámaras, una ya obsoleta que aún conserva y otra digital, que fue un regalo junto con la llegada de su nieto. Por increíble que parezca, una simple cámara de bolsillo ha logrado absorber la esencia de cada imagen, es como si al momento de tomar la foto la cámara intuyera lo que su autor quiere captar.

Con dos exposiciones anteriores y una tercera, que actualmente se está exhibiendo en el Teatro Juárez, Francisco Álvarez Díaz ha alcanzado exponer más de 200 fotos al público. Leonardo Da Vinci dijo: «La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte», y esto es tal vez lo que el autor de la exposición “Mirada del Caminante” nos quiere decir en sus propias palabras, cuando nos invita a detenernos por un momento, mirar al cielo y respirar hondo para analizar nuestro entorno y si se puede, tomar una fotografía que inmortalice el momento.

Han sido muchos caminos recorridos, muchas horas invertidas y muchas anécdotas que recordar, como esa cuando recorrió toda la Presa del Bosque en un solo día. Fueron –dice- unas 9 horas caminando alrededor de la Presa para lograr captar momentos congelados, que difícilmente se podrán volver a tomar.

Amante de la naturaleza, Álvarez Díaz ha logrado conectarse con cada parte de ella y aprecia lo que el mundo le da, eso es lo que quiere compartir con el mundo. Respecto a cómo elige algo para capturarlo tras la lente de su cámara, confiesa que simplemente lo visualiza en su mente y lo plasma en sus imágenes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: