Empresario relata la tragedia de su secuestro

H. Zitácuaro, Mich. – Empresario zitacuarense perdió prácticamente todo su patrimonio y tras varios años de haber sufrido un secuestro, relata cómo vivió en carne propia esta tragedia, la cual cambió su vida.

Este hecho impactó en su vida económica y social, mientras que en lo emocional el miedo siempre ha estado presente por varios años y es algo que todavía no supera al cien por ciento.

A los que consideraba como sus amigos, la mayoría, le dejaron de hablar, al ver a una persona rica y luego caer en la pobreza. Ahora a sus verdaderos amigos los cuenta con la palma de su mano.

Antes de haber sufrido este hecho, tenía una vida de abundancia económica, lo que se traducía en que podía disfrutar de viajes, de vacaciones por ciudades o destinos turísticos y en cuanto a alimentación también podía la familia disfrutar de lo mejor.

Considera el entrevistado que en lo emocional le provocó trastornos, incluso alguna vez pasó por su mente el suicidarse para terminar con aquel tormento psicológico. Al quedarse prácticamente “en la calle” recibió el rechazo de su propia familia y también de la sociedad, pero ambas partes no sabían que había sufrido esta tragedia, ya que sus secuestradores le exigieron guardar silencio.

Llegó el momento en que sintió que había sido toda su propia responsabilidad y sintió que él era el único culpable.

Al ser tomado por sorpresa el día de su secuestro, indicó que la delincuencia sabe los momentos precisos del ataque, el cómo van a llegar, inclusive ya saben la reacción que va a tener el afectado. Es decir tienen un amplio conocimiento.

El tomar a una persona desprevenida para lograr su propósito -señaló-, es fundamental para ellos, para los delincuentes, para lograr su acción de sometimiento e intimidación.

“Es una cosa horrible el miedo, como para decir en la mente ya no voy a regresar. El miedo a decir: con mis hijos hubiera hecho esto, les hubiera dado esto que me pidieron. En lo primero que piensas es en la familia”, externó.

Hay sentimientos encontrados, en los cuales llega el momento en que ya no se sabe la persona si es bueno llorar o gritar.

“Es una situación indeseable hasta para tu peor enemigo, indeseable para quien más odias. Esto tiene una raíz el que haya tantos secuestros aquí, una raíz por los malos gobiernos que tenemos”.

“Para mí fue un período muy difícil, sobre todo para aquellos que teníamos varios negocios, con varios empleados a mi cargo y sin embargo llega el momento en que te quedas sin nada, con una mano atrás y con una mano adelante”, añadió.

Le prohibieron hablar y ni siquiera podía contarlo a su misma familia, ya que había sido amenazado de muerte si relataba lo sucedido.

Considera que sufrió un grave daño psicológico de este hecho y el proceso de superación ha tardado varios años, pero todo depende de la fortaleza mental y de apegarse a la religión, a apegarse a las cosas espirituales y a tomarse de la mano de Dios.

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