Encuentra en Tuxpan la joya arqueológica El Jazmín

Encuentra en Tuxpan la joya arqueológica El Jazmín

-Sitio rupestre con iconografía militar y ceremonial.

Por: Gabriel Gómez Rodríguez

Tuxpan, Mich.- Tiene el municipio de Tuxpan una auténtica joya arqueológica, en el sitio denominado El Jazmín. Se trata de un lugar rupestre con iconografía militar y ceremonial, ubicado en el oriente de Michoacán.

La zona sobresale por un paisaje accidentado, donde se localizan una serie de picos de gran altura cubiertos por bosques de pinos. Además, en ese lugar existen ríos y yacimientos de agua.

El Jazmín se caracteriza por ser una área montañosa, que históricamente ha sido escenario de constantes conflictos bélicos, desde la época prehispánica hasta el siglo XX, según los autores José Luis Punzo Díaz, investigador de tiempo completo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Dante Bernardo Martínez Vázquez, licenciado en Arqueología por la ENAH y Ricardo Carbajal Medina, licenciado en Historia por la UMSNH.

Históricamente, la región oriente de Michoacán ha sido reconocida como un territorio donde acontecieron varias batallas relevantes en la época prehispánica, justamente esta zona fungió como frontera entre las dos grandes potencias expansionistas mesoamericanas del periodo Posclásico Tardío.

Se sabe, por las fuentes históricas del siglo XVI, que el territorio que hoy conforma el municipio de Tuxpan estuvo bajo el dominio de Irechequa Tzintzuntzani en el Posclásico Tardío. Cerca de ahí se encontraba Taximaroa (hoy Ciudad Hidalgo), ciudad fortificada que protegía a Tzintzuntzan de las invasiones mexicas.

La referencia histórica más remota que se tiene sobre esta ciudad corresponde a un relato que narra la llegada de migrantes toltecas a Taximaroa, los cuales recibieron posteriormente a un grupo de chichimecas liderados por Nopaltzin, hijo de Xolotl. Las fuentes también nos  informan sobre una región multilingüe.

A la llegada de los españoles, las lenguas que se hablaban de forma mayoritaria eran el purépecha, el otomí, el matlatzinca, el mazahua y en menor medida el nahua.

La zona fue conquistada por los tarascos en la primera mitad del siglo XV. En 1476-77 se iniciaron las guerras tarasco-mexicas, que durarían más de cuarenta años. Estos conflictos comenzaron con el intento de conquista del huey tlatoani Axayácatl, que fue derrotado en el oriente de Michoacán por el gobernante tarasco Tzitzipandácuare (Carvajal 2019). En 1517 los ejércitos de Moctezuma Xocoyotzin también serían vencidos en esa misma región por los tarascos, ahora dirigidos por Zuangua.

Los primeros españoles en ingresar a Michoacán en 1522 lo hicieron precisamente a través de los caminos del oriente michoacano, que los conducirían hasta la ciudad fortificada de Taximaroa. Los españoles recalcaron la importancia militar que tenía esta zona para los tarascos.

EL SITIO RUPESTRE DE EL JAZMÍN

Se trata de un abrigo rocoso formado por roca sedimentaría de tipo calcáreo que se ubica en la cima de un pico, a 2700 m sobre el nivel del mar. Las manifestaciones rupestres se hicieron en el interior del abrigo, que posee una extensión de 18 metros de largo y una altura de 6.52 metros. La entrada del abrigo presenta una orientación hacia el norte, desde donde se tiene una gran vista del Cerro del Fraile de Ciudad Hidalgo. Las manifestaciones rupestres se encuentran en buen estado de conservación.

En una segunda parte del presente artículo se considerarán las características de los grafismos o motivos gráficos, la iconografía de arquitectura ceremonial e iconografía militar.

Sus autores consideran que el sitio rupestre de El Jazmín aún está en una etapa temprana de estudio. Lo presentado aquí es apenas un primer acercamiento a su conocimiento. Hasta el momento no se ha reportado en Michoacán otro sitio rupestre similar, por lo que lo convierte en un caso muy interesante y único.

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