Gerardo Álvarez ícono y tesoro musical de Tuxpan

Tuxpan, Mich.- Gerardo Álvarez Pérez, además de hombre de familia fue un cantante en toda la extensión de la palabra. Como ser humano fue muy recto, respetuoso y querido por la población de Tuxpan y la región oriente del estado de Michoacán.
Desde el año 1972 fungió como vocalista del grupo «Los Socios de la Amistad» y llegó a cristalizar hasta 5 producciones discográficas, en la cuales quedó plasmada su voz, una voz orgullosamente tuxpense, que deleitó y sonó por toda la región con gran fuerza.
Gerardo ha sido considerado un verdadero talento que deleito con su inconfundible voz y que alcanzó decibeles de tenor a generaciones y generaciones en esta localidad.
La gente se pregunta en el pueblo, ¿Quién no bailó?, ¿Quién no se alegró?, ¿Quién no coreó las canciones de Gerardo Álvarez Pérez y su grupo “Los Socios de la Amistad?”.
Álvarez Pérez nació en la delegación Coyoacán, de la Ciudad de México, el día 22 de enero de 1952. Fue el tercer hijo de Guadalupe Pérez y Salvador Álvarez.
Arribó al pueblo de Tuxpan cuando apenas tenía tres meses de edad, realizó sus estudios primarios en la escuela Isaac Arriaga, solamente hasta el tercer grado.
Posteriormente ingresó al seminario diocesano de la ciudad de Morelia en 1966, donde curso ciclo y medio, siendo parte de la primera generación de secundaria de dicho recinto. Cabe señalar que un ciclo y medio perteneció al coro del seminario.
Estudió en la secundaria Francisco J. Mujica, formando parte de la generación pionera de dicha institución.
En 1970 se trasladó a la Ciudad de México, dónde buscó trabajo para solventar sus estudios; más, sopesando la situación, volvió a Tuxpan.
En 1981 laboró en la administración de rentas de Ciudad Hidalgo, mismo oficio que alternó con la que fue su gran pasión, la música.
A Gerardo desde su corta infancia se le conocieron las dotes de cantante, puesto que aprendió su primera canción cuando apenas tenía 3 años de edad, acontecimiento que le valió ganarse apodos curiosos, referentes a la música, por parte de sus familiares. De tal manera que su vocación fue descubierta y no hubo la menor duda que la cantada lo traía en las venas y en el corazón.
No faltaron sus participaciones como cantante en las escuelas, haciendo uso de su voz privilegiada. Cabe hacer notar que durante los años que cursaba la primaria se ganó el apodo de “Dominike”, por haber interpretado con gran particularidad una canción famosa, que sonaba por aquellos días.
En aquellos años, ya consiente de su capacidad como cantante, participo en algunas ocasiones en el trio que conformaban su padre, el señor Artemio González y el señor Jesús Serna.
También cantaba con su padre y sus hermanos en las cantinas de los pueblos de la región, amenizando con sus interpretaciones a quienes por alegría o decepción bebían un trago. También la gente de San José Purua, sitio que era considerado turístico a nivel internacional, se deleitaba de la compañía musical de “Domike”.
“Lo identificamos mucho por su estilo y forma de cantar muy bonita. Él se identificó, cuando empezó, con “Granada”. Él ayudaba a un compadre que tengo a hacer los chicharrones de res”, señaló el señor Iram Martínez Colín, vecino de la población de Tuxpan.
“Le decíamos “Dominike”, a ver “Dominike” ¡échanos una canción!… no pues bien bonito. Así creció y después surgió la idea de los hermanos Álvarez, ya que son varios hermanos: Chava, Jorge, Juan Daniel y otros hermanos más, que crearon el grupo “Socios de la Amistad”, indicó Martínez Colín.
“Como persona, fue una persona muy recta, muy querida, muy respetuosa. Yo conviví con ellos de muchacho. En algún tiempo alguien se lo llevó a México a participar en los centros nocturnos, sin embargo vio que no había prosperidad económica y terminó por regresar a su pueblo, Tuxpan, y compartir con “Los Socios de la Amistad” nuevas historias y momentos musicales.

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