Zitácuaro

La cocina de Cuaresma en la región oriente

Relata la historia, religiosidad, fusión, costumbres y tradiciones de nuestro pueblo.

Por: Gabriel Gómez Rodríguez

H. Zitácuaro, Mich.- La cocina de Cuaresma en el oriente de Michoacán cuenta la historia, religiosidad, fusión, costumbres y tradiciones de nuestro pueblo, expresó Roberto Hernández González, cocinero tradicional y asesor de la gastronomía michoacana.

Explicó que el valor de las recetas de vigilia está en que “podemos describir el paisaje alimentario de nuestra región: extenso, variado, a veces complejo, que refleja los factores geográficos, sociales, económicos y culturales de nuestra gente”.

La Cuaresma comenzó el miércoles de ceniza y según manda la Iglesia católica, a quien desee obedecer, debe practicar el ayuno y la abstinencia de carnes, lo mismo los siguientes viernes, hasta el jueves y viernes santos.

Ello motiva a preparar maravillosas comidas de vigilia, que incluye productos de la estación, como chuales, romeritos, nopales, habas frescas, chicharos, garbanzos, flor de calabaza, quelites, Chiles poblanos, chiles manzanos y cuaresmeños, lentejas, se combinan maravillosamente con huevos, quesos, pescados y mariscos.

En especial esta temporada, en la cual se practica laabstinencia y penitencia para los católicos, es donde se dedica tiempo para preparar los platillos más suntuosos y elaborados, para los días de solemnidad penitencial.

Se tiene la influencia de un pueblo profundamente religioso, muy allegado a las costumbres alimentarias de esta temporada, como lo es Angangueo, tierra natal de su señora madre y San Pancho (Coatepéc de Morelos), por parte de su señor padre. 

Aprendió Hernández González los contextos de menús religiosos y de temporada, verdaderos manjares, comomole de cuaresma, revoltijo, chuales rellenos de queso, capeados en chile negro, chiles rellenos, tanto verdes como secos, sopas de haba, chícharo, malvas, charales, carpas, langostinos de rio, tamales de samborojo, mextlapiques, aguacates rellenos capeados.

Todos estos platillos acompañados de arroz, frijoles de la olla con tortillas recién hechas y su salsa de molcajete.Rematar esas comilonas con un postre de capirotada, arroz con leche, conserva de frutas o una torta de Bonete en conserva.

Asistir a la iglesia y a la salida comprar una rica empanada dulce o un buñuelo y una nieve de frutas.

La Semana Santa, conocida como Semana Mayor, es un período de ocho días, que comienza con el domingo de Ramos y culmina con el domingo de Resurrección. 

Con la Semana Santa, el cristiano conmemora el Triduo Pascual, es decir, los momentos de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo. 

Desde su entrada a Jerusalén, hasta su viacrucis, muerte y resurrección. La Semana Santa es uno de los momentos anuales de mayor intensidad litúrgica y ritual del cristianismo.

En términos religiosos, la Semana Santa representa la última semana del mesías en la Tierra. Por eso, sus contenidos rituales van desde lo triunfal, hasta lo trágico y lo glorioso.

Suele celebrarse en una fecha variable del año, entre marzo y abril, luego del Domingo de Ramos, y a partir del Miércoles de Ceniza, los días comienzan a ser “días santos”. 

De todos ellos, los más importantes son el llamado “Triduo Pascual”, que abarca desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua o Domingo Resurrección.

Temporada vacacional que se puede aprovechar para hacer turismo religioso y gastronómico, puntualizó Hernández González, quien es integrante del Centro Interdisciplinario Nacional de Cultura Médico Agro Alimentaria.

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