Zitácuaro

La violencia se aprende en la familia

H. Zitácuaro, Mich. – Hay muchos documentos e información acerca de todo lo que se revisa neuro-fisiológicamente y ahí se ha encontrado que la violencia se aprende en los hogares, en la mayoría de casos.

Lo anterior fue señalado por Ana Luisa Geldis Ordoñez, responsable de MAPIA, que es el Módulo de Atención y Protección a la Infancia y a la Adolescencia, adscrito a la Secretaría de Salud. Dicho programa aplica acciones de prevención hacia la violencia en niños y adolescentes.

Explicó también la entrevistada que otros casos de violencia en la persona, es que puede haber sustancias o mediadores químicos en el cerebro, que también pueden ser precursores de cierto grado de violencia, pero en la mayoría de información que maneja la Secretaría de Salud son conductas llevadas a cabo en el seno de la familia.

“Posteriormente si vamos a un espacio donde socializamos, como es la escuela, pero luego encontramos un ambiente de violencia, obviamente la violencia será mayor, hasta que los seres humanos nos demos cuenta que ya nuestra conducta pone en riesgo a la sociedad”, subrayó.

Apuntó que las agresiones son muy frecuentes en toda la sociedad, desde niños, mujeres, adultos, adultos mayores, personas con discapacidad, incluso hacia los animales y el medio ambiente. Por ello consideró que “es un tema muy amplio y nos compete a todos participar en la solución de esto”.

El programa MAPIA incluye atención a la población de 0 a 5 años y de 5 a 19 años básicamente, y sus acciones son el crear conciencia acerca de las acciones de prevención, trabajar con los niños y adolescentes para que no haya violencia dentro de su educación primaria, así como que no haya violencia en el noviazgo.

Se crean talleres en crianza positiva, en el que también se invita a los papás para que vengan a tomar herramientas y que su educación sea en un ambiente libre de violencia.

La violencia, indicó, sigue presente en las aulas escolares, centros de trabajo o en los hogares, está muy generalizada y con muchos matices.

Debido a que sus actividades están encaminadas a la prevención, se han diseñado campañas denominadas el buen trato. Recientemente se hizo una en el mes de abril, donde una de las actividades fue el poner una pulsera a los participantes con la leyenda: “Yo merezco un buen trato”.

De igual manera se invitó a trabajar en las dinámicas a los papás, para que tomen una actitud positiva y libre de violencia.

En el ámbito de la adolescencia, hay un manual que habla particularmente sobre su etapa, mismo que lleva varias sesiones. Recientemente del estado llegó un material donde se recalca que es muy importante trabajar, como mínimo 10 sesiones, con las familias, para tratar de reestructurar las conductas violentas. Su aplicación comenzó hace 2 meses y con resultados favorables.

“La consigna del programa infancia-adolescencia nos dice que hay que trabajar con los jóvenes, con los papás e incluso en las escuelas con los maestros, dada la dimensión del problema, que hay que atenderlo”, puntualizó Ana Luisa Geldis Ordoñez.

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