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Robos y violencia, la otra cara de Zitácuaro

Zitácuaro.- Robos, asaltos, violaciones, homicidios, violencia, drogadicción, lesiones dolosas, es lo que sufre el municipio de Zitácuaro. Es un hecho, una realidad que nadie puede ocultar. Ni las autoridades, que se empeñan en decir que todo lo que pasa son casos aislados. La violencia y la delincuencia continúan avanzando y los esfuerzos por aminorar su incidencia siguen siendo insuficientes. Frente a ello, el malestar de la sociedad va en aumento y la confianza de la ciudadanía hacia las autoridades se encuentra seriamente afectada.

Hasta el momento la policía y las autoridades encargadas de proporcionar seguridad a los ciudadanos se han visto rebasados e incompetentes ante este fenómeno, la estrategia (si es que existe una) ha fallado en todos los sectores. En este contexto, la confianza de la población ha disminuido considerablemente y la ciudadanía prefiere organizarse entre sí para defender sus posesiones y sus familias.

La indiferencia e incapacidad, aunado al nuevo Sistema de Justicia Penal, ha ocasionado que los delincuentes logren hacer de las suyas, lacerando, lastimando a una sociedad cansada de la inseguridad que se vive en este municipio. A diario se pueden documentar casos de diferentes tipos de delitos que se cometen por toda la ciudad.

La criminalidad ha encendido el “foco rojo” por todas las colonias de la cabecera municipal, a grado tal que los vecinos ya tienen miedo de salir a la calle a la hora que sea, no se diga por la noche. En algunas  de estas colonias los vecinos pusieron manos a la obra y han logrado detener a varios ladrones que insisten en regresar para seguir robando en la misma zona. Un caso que se dio hace semanas, es el de un joven ladrón que fue detenido y amarrado a un poste, estuvo a punto de ser linchado, de no ser por la intervención de la policía, que llegó para literalmente rescatarlo de la iracunda muchedumbre que se reunió para castigar al ladrón.

AUMENTAN LOS ROBOS CON VIOLENCIA Y A MANO ARMADA

Más preocupante aún, es la manera en que se han dado los robos a ciudadanos y negocios de la ciudad, los amantes de lo ajeno hacen de todo con tal de conseguir el botín y utilizan armas blancas para intimidar y amenazar a sus víctimas. En algunos lugares donde los vecinos están organizados, han logrado quitarles armas –hechizas- que de llegar a ser utilizadas pueden causar un daño grave a la persona que asaltan o roban. En otros casos, los asaltantes utilizan armas de fuego para llevarse el botín.

Entre muchos otros, se dio un incidente con una persona de la tercera edad, quien fuera agredida con un machete al negarse a que le robaran. Este hecho no se dio a conocer, porque el afectado prefirió quedarse callado, para no maximizar el asunto.

En ese mismo contexto, dos adultos mayores también fueron severamente lesionados por drogadictos ladrones que los interceptaron y metieron a un domicilio, los amarraron y lastimaron de manera cruel. Siendo salvados por vecinos que vieron y escucharon este acto. Al encontrarlos estaban amarados y ya les habían rociado gasolina para quemarlos. Este hecho ya tiene algunos meses, pero la familia de los afectados no lo olvida. Los atacantes fueron identificados, nunca se actuó para castigar a los culpables.

Un hecho que preocupó a los ciudadanos recientemente, fue cuando en las redes sociales se viralizó el secuestro y violación de una joven mujer a manos varios de sujetos en estado de ebriedad y del que se logró la detención de, presumiblemente, uno de ellos en el lugar de los hechos. Aquí la sociedad enfurecida arremetió en contra del presunto responsable  y poco faltó para que fuera linchado.

La muerte de una joven y su padre a manos de unos asaltantes que quisieron detener cuando minutos antes los habían robado, suceso lamentable que expuso la inseguridad y falta de vigilancia que existe en el municipio. Aun no hay indicios de los responsables. El hecho sigue impune.

Robos y asaltos en pleno centro de la ciudad a peatones, varias personas requeridas se han dado en los últimos días en el primer cuadro de la ciudad. Lo alarmante, es que más tardan en detenerlos que en estar libres. Homicidios en diferentes puntos de la ciudad, muchos de ellos se difunden gracias a los mismos ciudadanos que lo exhiben en  grupos sociales, la mayoría queda en la oscuridad y no se dan a conocer.

Los invariables robos de automóviles y motocicletas, que nadie sabe a dónde van a aparar, no hay una respuesta de la autoridad que aliente a los ciudadanos para que sepan que están trabajando en la recuperación de sus vehículos. Las cámaras de vigilancia que existen por casi toda la ciudad, son obsoletas, no proporcionan información para que la policía pueda actuar y seguir a los ladrones cuando se llevan algún vehículo.

Los robos a casas habitación y negocios no se quedan atrás, en estos caso, al igual que en muchos otros, los ciudadanos afectados prefieren no presentar denuncia, saben que será improcedente aunque se detenga y se identifique al infractor. Para los ciudadanos hay un índice de delincuencia alarmante, para las autoridades no.

La venta de drogas a plena luz del día y en lugares públicos también es un tema que preocupa a la sociedad. Como siempre sucede en estos casos, sólo se documentan en las redes sociales, pero no se obtiene información oficial por parte de las autoridades, que prefieren guardar silencio, minimizando el asunto, bajo el pretexto de no alarmar a la sociedad. Sociedad que hace denuncias públicas atreves de las redes sociales, su mejor arma.

A todo esto se puede sumar que los ciudadanos no confían en las corporaciones policiacas, la comunidad en general acusa a la policía de estar coludidos con los delincuentes, de ser responsables y partícipes de ésta situación, al extorsionar a ciudadanos en los “puestos de control”, mejor conocidos como retenes.

 

 

 

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