SINOPSIS POLÍTICA 1160
IRRELEVANTES CAMBIOS EN EL GABINETE
El concepto de cambio, trasladado al ámbito público, es la acción que tiene por objeto lograr un mejor desempeño administrativo, social, técnico y de evaluación de mejoras… Y, en el caso del tan cacareado reemplazo de funcionarios, dentro del gabinete del gobierno de Michoacán, como diría el Gran Larry K. Ñonga: “¿Tanto pedo, para defecar aguado?”.
Fue tanta la promoción que se hizo acerca de cambios, “durante la primera quincena de octubre”, que las expectativas ciudadanas en el tan anhelado cambio en áreas transcendentales de la administración pública estatal, se incrementaron; albergándose esperanzas extraordinarias en un real golpe de timón, que modificara la directriz del gobierno michoacano, que cambiara el rumbo y la forma de ejercer el servicio público, especialmente en áreas tan sensibles, como es la seguridad pública y procuración de justicia, que son las asignaturas donde más se ha quedado a deber a los pobladores de este estado y donde mayormente se ha lastimado la dignidad de los gobernados.
Los supuestos cambios efectuados defraudan doblemente los anhelos de los contribuyentes:
Primero, por la apremiante necesidad de llevarlos a cabo en la mayoría de las Secretarías, investigando y expulsando a sus titulares; y segundo, porque se anunciaron con tal jactancia, que se confió en que la transformación sería de fondo, no de apariencia, que no se trataría de una simulación más, de esas que tanto ofenden y hacen creer al ciudadano que es catalogado como retrasado mental por quienes lo gobiernan.
El único cambalache o permuta (que no se debe confundir con “cambio”, política o socialmente hablando…tal vez financieramente, al compararse con morralla), más o menos significativo, es el de Pascual Sigala, que del Congreso lo mandaron como Secretario de Desarrollo Rural, para que su lugar en el legislativo sea ocupado por el hermano del gobernador, quien además es el secretario general del PRD en el estado y al mismo tiempo el operador de Foro Nuevo Sol, facción a la que pertenecen los que, se supone, gobiernan en Michoacán.
Los demás relevos no representan o no significan nada, no influyen en el rumbo de las políticas públicas, a nadie favorecen, sólo a los nuevos contratados y a los que cambiaron de hueso; pues las dependencias donde urge que sus titulares sean relevados, de ser posible investigados y procesados, permanecen intactas y los infractores que las ostentan intocables.
INOPERANCIA POLITICA, REPRESIÒN EN LUGAR DE DIÀLOGO Y SOLUCIÒN
Tampoco ha habido operación política efectiva para destrabar los conflictos sociales, algunos ocasionados por el malestar popular ante la falta de solución a demandas ciudadanas y otros, porque no decirlo, producto de chantajes para ejercer presión y sacar tajadas políticas y económicas en beneficio de líderes vividores. Esa desatención ha incitado a constantes e intensas movilizaciones, que tratan de ser impedidas con violentos actos de represión policiaca para silenciar la protesta pública, demostrando las corporaciones de seguridad del estado una eficiencia que no se manifiesta en la contención del crimen organizado, que cada día se expande y muestra su poderío, frente una dócil (con los malosos) policía estatal y una corrompida procuración de justicia.
Pero, la represión contra estudiantes incrementa la irritación en ciertos sectores y el regocijo en otros, dividiéndose la sociedad en tres bloques: los que dicen luchar por sus derechos y contra la opresión, los que acusan a estos de vándalos y los apáticos, a los que les vale madre todo, hasta que les perjudica directamente, entonces si quieren que todos los ayuden. Pero, insisto, exaspera más el “valor” y eficacia de la policía para contener y castigar los movimientos de protesta y no para combatir la violencia e inseguridad; mucho menos para investigar, castigar e inhibir la corrupción gubernamental.
Mientras gobernantes, como Peña Nieto, se fingen ofendidos cuando se atribuye a la corrupción la mayoría de los males que padece la nación. En tanto que otros, al negar la realidad de la violencia e inseguridad, suponen que esta desaparecerá por arte de magia. Al respecto, decía en ese tiempo un todavía connotado priista, cuando andaba de candidato a gobernador, que ni toda la oposición junta le hace más daño a un partido político, que un mal funcionario surgido de sus filas o que “trabaje” bajo sus siglas.
Por ello la importancia de los cambios verdaderos, de esos que excluyan a quienes obstruyen las transformaciones de fondo y que, lejos de cumplir con deber ético sus responsabilidades públicas, ocasionan graves perjuicios a la sociedad, que se ha acostumbrado a soportar de manera estoica los embates de funcionarios corrompidos e incompetentes… y a olvidar con facilidad.
LECCIONES PARA EL FUTURO
Siempre he afirmado que la vida es un cumulo de experiencias, buenas y difíciles, pero son estas últimas las que mejor enseñanzas dejan; por eso el dicho popular que afirma: “Lo que no te mata, te fortalece”. Desde esa perspectiva el ser humano nunca pierde en las decisiones que toma, ni en lo que hace: aprende.
Y las experiencias adversas, por las que estamos atravesando con los pésimos funcionarios públicos que no han sido corridos ni castigados, deben sernos aleccionadoras y no caer entre los sujetos a los que hace referencia Facundo Cabral, cuando afirma que su abuelo sólo temía a los pendejos, porque son muchos, y son peligrosos, porque al ser mayoría eligen hasta al presidente.
Los ciudadanos tenemos un arma sumamente poderosa para demostrar que no somos pendejos, ni tampoco masoquistas: es el sufragio, que además es secreto, para aquellos que le temen a todo, hasta a experimentar la libertad. Pero el sufragio o voto, debe ejercerse con responsabilidad, investigar conscientemente los perfiles de quienes pretenden convertirse en candidatos, indagar en sus antecedentes, que tan honestos han sido en sus tratos personales, si son serios y honrados en sus negocios particulares, que intereses representan, cual es el origen de su capital financiero, que personajes son cercanos a ellos, de donde viene el dinero para promocionar sus pre y campañas.
Pero sobre todo, tenemos que ser sinceros con nosotros mismos, apoyando a quienes, después de ser meticulosamente investigados, estemos ciertos que nos convienen a todos, aunque en lo personal estemos sacrificando los “negocios o cargos” que en otros condenamos, pero cuyos beneficios quisiéramos fuesen nuestros.
No permitamos que criminales, metidos a políticos, sigan decidiendo por todos nosotros; ni que, en lugar de estar en prisión y regresando lo que saquearon, continúen interviniendo directamente o a través de sus secuaces y cómplices en actividades políticas, como pretende hacerlo Juan Carlos Campos Ponce y su equipo de ladrones, que ahora intentan influir hasta en MORENA, enviándoles un proyecto que ni en el PAN quisieron, por la cercanía que mantenía con él, en el negocio de proveer materiales y otros ilícitos.
Pero como en MORENA se acepta en condición de privilegio a todo delincuente que emigra de los demás institutos políticos, con el único requisito de que sea poseedor de capital, sobre todo económico, hacia allá se dirigirán los ratones que abandonan las embarcaciones. Y ahora resultará que los malos son quienes descubren sus fechorías y las denuncian. Pero son tan hábiles y con dinero aceitan a su favor la putrefacta maquinaria gubernamental, que nada les pasará, todo quedará impune, pues con dinero mal habido, autoridades, de todos los partidos, se inclinan ante cualquier bandido.
Pero no sólo en el PRI existen lacras, estas en política pululan en todos los partidos y tan inmoral es quien emplea o utilizó el cargo público para contribuir con delincuentes, ayudándoles a saquear, aprobándoles desde el cabildo todo de manera incondicional y en perjuicio del municipio, como quien protege e interviene para que sea premiado el cómplice y aliado de criminales, y a pesar de ello pretenden gobernar Zitácuaro. También hay aspirantes que se creen demasiado vivos, como aquel que traicionó a Campos Ponce para apoyar a Herrera Tello y ahora traicionó a los zitacuarenses para apoyar a Campos, confinándole información privilegiada para su defensa.
Así que elementos para tomar decisiones políticas existen de sobra, sólo falta hacerlos valer de manera consciente y honesta.
