SINOPSIS POLITICA 1162

                                                                           LOS TRAIDORES

   Traidor, es aquél sujeto que quebranta la lealtad o fidelidad que se debería guardar hacía alguien o algo. Se traiciona cuando una persona confía en otra y ésta actúa de una manera contraria a la esperada.

La trayectoria política de Carlos Hurtado Casado se ha distinguido por seguir los patrones de la mayoría de los especímenes que viven del quehacer público, inestabilidad en sus convicciones,  tenebrosidad en sus decisiones y obsesión en sus ambiciones. Surge al ámbito político apadrinado por Cenobio Contreras Esquivel, logrando con su patrocinio la dirigencia municipal de la organización juvenil del PRI (FJR).

Después, con la colaboración de un grupo diferente al de su creador, alcanza la presidencia del Revolucionario Institucional en Zitácuaro, a corta edad. Espacio que utiliza para convertirse en funcionario público por primera vez (Director de Desarrollo Social Municipal), durante la administración de Armando Ruiz Santana; siendo inhabilitado varios años para ejercer cargos públicos, al encontrarle la Auditoria Superior de Michoacán “inconsistencias” en el manejo de los recursos de los zitacuarenses.

Posteriormente Hurtado Casado se integraría al proyecto que encabezaba Juan Carlos Campos Ponce a la alcaldía de Zitácuaro, sumándose a la precampaña y campaña, y este a su vez lo compensaría convirtiéndolo en titular de Didesol. Pero, un año antes de concluir el gobierno de Campos Ponce, éste cayó en una celada que le tendió su colaborador y aliado; Carlos Hurtado Casado, quien ya preparaba su salida de la administración municipal, para incorporarse al equipo del aspirante perredista a suceder a Campos, su “amigo del alma”, Carlos Herrera Tello.

El munícipe Campos Ponce confió en Hurtado, lo hizo funcionario público de primer nivel, a pesar del antecedente de inhabilitación; pero éste quebrantó el pacto de lealtad, al grabar a su jefe político y difundir una conversación privada con el alcalde, a quien exhibió que lo amenazaba con despedirlo, luego que Hurtado lo provocara al sugerirle que se iría para apoyar al candidato de otro partido. Y así lo hizo, se incorporó a los trabajos del que sería futuro abanderado del PRD a la presidencia municipal y actual mandatario zitacuarense.

Frente a estos antecedentes de “conversiones” constantes de padrinos, equipos, aliados y partidos, no resultaban extraños los comentarios y pronósticos desfavorables al ex secretario del ayuntamiento de Zitácuaro. Líderes políticos y de opinión constantemente aseguraban que, si Carlos Hurtado no resultaba ungido candidato a la alcaldía se iría del PRD; o que, con toda certeza empezaría a “patear el pesebre”, si las circunstancias le resultaban adveras y no quedaba satisfecho con el ofrecimiento que se le hiciera. Sin importarle haber encabezado la ceremonia en la que decenas de priistas se convirtieron en neo perredistas, más por la conveniencia de conservar el hueso que les soltaron, que por convicción.

A pesar de esos comentarios proféticos, había quienes creían más en los lazos de amistad, que desde la infancia unía a los Carlos (Herrera y Hurtado), quienes desde entonces formaron equipo, con otros que participan en actividades diferentes, como la iniciativa privada, niveles distintos de gobierno o, incluso, en bandos contrarios. Pero sobre todo, apelando al pragmatismo que inspira a la inmensa mayoría de los políticos, se percibía lejana una posible deslealtad cuando la coyuntura política más les favorece, al pertenecer a un grupo cuyo poderío traspasa las fronteras de lo local y busca extenderse más allá del ámbito estatal…pero en el caso de Hurtado Casado, fue más poderosa la ambición que la prudencia, y los ambiciosos extremos, especialmente de poder y dinero, jamás serán dignos de confianza.

                                          URGENTE Y NECESARIA LA EXPULSION DEL SECRETARIO

La “renuncia” obligada de Carlos Hurtado fue motivada por diversas “imprudencias”, que hacían necesaria y urgente su remoción, pues desde que llegó a la Secretaría se dedicó a promocionarse así mismo, con cargo, por supuesto, al patrimonio municipal (lo mismo que hace Rocío Beamonte, su ex adversaria y causante de su expulsión de la nómina municipal. Con la salvedad que ella lo hace con la venia de quien manda en el estado).

Aunque ya caído, tratan de oxigenarlo con calificativos de eficiencia y hasta de ser un excelente político, según su supuesta contraparte partidista: Patricia Ramírez del Valle (PRI). Lo cierto es que Hurtado fue sólo una carga para los contribuyentes, poco o nada hizo por el municipio, ni siquiera por el ayuntamiento al que directamente servía, ni por su jefe inmediato; contra quien, a pesar del esfuerzo y las obras que se realizan, continuaron y siguen los ataques, sobre todo en redes sociales, donde perfiles anónimos, en su mayoría creados y operados por los resentidos que añoran retornar al poder, se ejecutan campañas infamantes, sin que nadie haya sido capaz de detener o revertir, no obstante conocer quiénes las operan.

No concretó conciliaciones respetuosas con los adversarios, pero si alentaba a grupos inconformes a realizar acciones de presión para posteriormente erigirse como el gran solucionador de conflictos sociales. Su quehacer se redujo a seducir funcionarios públicos, jefes de tenencia y encargados del orden, con el firme propósito de utilizarlos como operadores políticos para alcanzar sus personalísimos fines electorales. Además de aliarse con caciques y delincuentes, haciéndoles favores en perjuicio del municipio. Todo lo hizo en torno a su provecho personal, sin intentar siquiera cuidar la imagen institucional, ni fortalecer la seguridad y gobernabilidad en su jurisdicción.

Lo que forzó su salida, además de la falta de una eficiente operación política en el gobierno municipal, fue su ansia de alcanzar la candidatura a la alcaldía, encontrándose en una posición de privilegio, respecto a otros aspirantes, con quienes protagonizaba una competencia desleal; con excepción de la Directora estatal del DIF, quien igual que él utiliza el cargo y los recursos públicos para posicionarse. Deslealtad que ya se había ratificado, cuando proporcionó “gratuitamente” (pues el dinero no ingresó a las arcas públicas), copias certificadas y otros expedientes con información confidencial, a Juan Carlos Campos Ponce y coacusados, para su defensa, en las imputaciones que por peculado y otro ilícitos enfrentan en el juicio político que se les sigue.

Sin embargo, más que la deslealtad, la gota que derramó el vaso fue su indisciplina, al no someterse a la voluntad suprema de la cúpula del poder estatal, de subordinarse incondicionalmente a la decisión de apoyar a Rocío Beamonte Romero en su avidez por convertirse el alcaldesa de Zitácuaro; y lejos de acatar ese designio, dedicarse a boicotearle los eventos, ordenando a sus incondicionales, directores y jefes de tenencia, que no acudieran a “engordarle el caldo” a la futura abanderada de su nuevo partido. Contrariando la indicación del líder supremo, quien a pulso se ha ganado esa facultad y poniendo en riesgo la relación de la administración municipal con el primer círculo del gobierno estatal, exhibiendo a su amigo, el alcalde, como alguien que no tiene capacidad para controlar a sus colaboradores, ni la habilidad de convencerlos para que se sujeten a los lineamientos trazados desde la cúspide del poder, en el cual Hurtado aún no había sido aceptado, tal vez sólo tolerado y utilizado.

Dicen, los enterados, que fue precisamente el boicot a los eventos de Rocío en el municipio, lo que distrajo al gobernador de sus múltiples actividades para llamarle la atención al presidente de Zitácuaro, exhortándolo a que controlara a sus colaboradores. Carlos Herrera a su vez apercibió a su entrañable amigo, quien lejos de amedrentarse, se sulfuró, amenazando con renunciar a la Secretaria y llevarse con él a diez Directores municipales, casi la totalidad de las principales áreas del gobierno municipal. Comentan los testigos oculares, que el choque fue intenso, se rompieron los protocolos politicos y las reglas de urbanidad.

Finalmente Carlos Hurtado Casado “renunció” a la Secretaria del ayuntamiento, convirtiéndose en el tercero que transita por ese espacio, ocupado desde el miércoles por Santiago Jiménez Vaca, un ciudadano que, aunque con cierta tendencia tricolor, es considerado sin militancia partidista; pero lo más importante, es su experiencia en materia de liderazgo, debate político, tolerancia y capacidad de diálogo, destreza para atender las divergencias, y otras tantas aptitudes que se requieren para ejercer exitosamente el cargo, que por más de dos décadas desempeñó, como vocal ejecutivo del IFE y luego del INE, en este distrito.

Respecto a Jiménez Vaca, en otra entrega se comentó que si en el PRI no abundaran los cacicazgos perversos, con arraigados intereses familiares mezquinos, se impulsarían candidaturas con perfiles más novedosos y ciudadanos, no los mismos de siempre, y entre esos estarían personas como Santiago Jiménez; pero Carlos Herrera Tello está demostrando más visión al respecto, pues al proponerlo como Secretario del Ayuntamiento, además de lograr un posible buen funcionario, impide al tricolor esa oportunidad.

LAS REACCIONES DE HURTADO

   Ahora, resta esperar conocer cuáles serán las reacciones del depuesto Secretario del Ayuntamiento, si en verdad concretará su amenaza de desmantelar la administración municipal, llevándose a los diez directores que prometió; que, dudo abandonen la comodidad del hueso por irse con él a una aventura, donde sólo sería un peón más haciendo méritos. Si consigue que renuncien a dichas direcciones por él, demostrará un liderazgo digno de aplaudirse.

Hay quienes consideran que el rompimiento entre Hurtado Casado y Herrera Tello es una obra teatral, que tendría por objeto simular acatar la indicación de los mandos superiores, que se incomodaron con el boicot a su aspirante; otros piensan que tendría el propósito de crear una cortina de humos para distraer la atención del electorado de problemas realmente delicados, como la inseguridad en el municipio, la privación de la libertad de los cuatro policías y el robo a la DIDESOL, cuyo ex titular es cercano colaborador del ex Secretario del ayuntamiento; incluso, hay quienes opinan que se trata de una estrategia de mercadotecnia para robustecer y hacer competitiva la imagen de Hurtado. Pero, será el tiempo quien confirme cuál de las hipótesis es la certera.

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