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POSICIONAMIENTO 25 DE NOVIEMBRE 2023RED COLECTIVAS FEMINISTAS MICHOACÁN

POSICIONAMIENTO 25 DE NOVIEMBRE 2023
RED COLECTIVAS FEMINISTAS MICHOACÁN

Hoy, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, recordamos y honramos a las valientes hermanas Mirabal. Su historia es un recordatorio poderoso de la importancia de la resistencia y la lucha por la justicia y la igualdad.

Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron activistas políticas y defensoras de los derechos de las mujeres en la República Dominicana. Su oposición al régimen opresivo de Trujillo las llevó a la cárcel en varias ocasiones, y finalmente, el 25 de noviembre de 1960, fueron brutalmente asesinadas por orden del dictador.

La fecha del 25 de noviembre fue designada como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en honor a las hermanas Mirabal. Este día se ha convertido en un llamado global para condenar y combatir la violencia de género en todas sus formas. Es un recordatorio de que la lucha por los derechos de las mujeres y la erradicación de la violencia de género continúan en todo el mundo.

La esencia de la lucha por la igualdad de género representa la valentía y determinación, un faro que ilumina el camino hacia un mundo donde todas las mujeres y niñas podamos vivir libres de violencia, con pleno acceso a nuestros derechos y oportunidades.

Las mujeres hemos librado una lucha constante por obtener el reconocimiento de nuestros derechos humanos y eliminar la desventaja que históricamente hemos enfrentado en comparación con los hombres en la sociedad. Sin embargo, las prácticas sociales actuales continúan alimentando la subordinación y desigualdad que afecta a las mujeres.

En la esfera del derecho, estas prácticas se sustentan en ideologías patriarcales, las expectativas institucionalizadas han llevado a que la mujer sea reconocida únicamente cuando se adhiere a las normas de dominación, mientras que se la castiga y margina cuando su comportamiento se desvía. Este fenómeno revela cómo el derecho, en su formulación y aplicación, puede ser inherentemente sexista.

Nosotras cuestionamos la neutralidad e imparcialidad del derecho, así como las limitaciones que enfrentamos las mujeres dentro del propio sistema legal. Estas interrogantes surgen de la experiencia de las mujeres frente a las transformaciones del ordenamiento jurídico, que persisten en reflejar desigualdades en todos los ámbitos sociales, económicos, políticos y culturales.

El derecho se percibe como masculino, ya que las normas han sido redactadas e interpretadas mayoritariamente por hombres, especialmente aquellos nacidos en situaciones de privilegio. Aunque hoy en día las mujeres participemos en la redacción e interpretación de la norma, siguen influenciadas por un pensamiento universal dominante que ha oprimido históricamente a la mujer.

La noción de un derecho como institución patriarcal no es más que un reflejo de las realidades sociales. Es crucial comprender que el derecho nace de la sociedad en la que se desarrolla, y las normas que emanan de los ordenamientos jurídicos reflejan los valores imperantes, lo que subraya la necesidad de cuestionar y transformar estructuras que perpetúan la desigualdad de género.

El legado de las hermanas Mirabal nos impulsa a seguir luchando por un mundo donde todas las mujeres vivamos libres de violencia y discriminación. La importancia de nuestra lucha por un mundo más seguro y libre de violencia, especialmente para las niñas que están por venir. Nos movilizamos y marchamos no solo por nuestra propia experiencia, sino también por las generaciones futuras.

Es esencial mantenernos juntas para crear conciencia, promover la igualdad de género y poner fin a la violencia contra las mujeres. La mención de esas generaciones, desde las que ya han llegado como Lia, Mafer, Ximena, Clara, Natalia, Olivia, Yolo, hasta aquellas que aún no han nacido, resalta el deseo de crear un entorno en el que puedan crecer libres y felices, sin temor a la violencia.

El 25 de noviembre no solo es un día para recordar el sacrificio de las hermanas Mirabal, sino también para alzar la voz y exigir la erradicación de la violencia de género, trabajar juntas para construir un futuro donde la igualdad sea una realidad para todas, para desafiar las normas dañinas, promover la equidad y construir un mundo más justo.

Sigamos elevando nuestras voces, trabajando juntas, solo a través de un esfuerzo colectivo podemos lograr un cambio significativo y construir un futuro donde la violencia de género sea realmente un recuerdo del pasado.

Nuestra marcha, nuestro posicionamiento, nuestra manifestación se convierten en un acto de resistencia, resiliencia y esperanza para construir espacios seguros para todas.

La voz colectiva que se alza en esta marcha es un recordatorio poderoso de la necesidad de trabajar juntas para construir un mundo donde todas las mujeres y niñas puedan vivir sin miedo, con dignidad y pleno ejercicio de nuestros derechos.

MORELIA, MICHOACÁN A 25 DE NOVIEMBRE DE 2023.

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