Opinión

Despertar de la tierra

Despertar de la tierra

Los días que faltan son los que tememos


¿Qué habría de sorprendernos este año? Si casi todas las desgracias que eran posibles le pasaran a la humanidad ya le han pasado durante este año que se va. Dijimos casi, porque el abanico de las posibilidades es enorme; eso quiere decir, que nos puede sorprender aún más, a pesar de que ya estamos sorprendidos, a estas alturas del año. Si los rumores de que hay un escuadrón intergaláctico de naves extraterrestres circundando la tierra y que se van a aparecer en cualquier momento sería una noticia más agradable que lo que predicen los augures de la mala suerte, llevamos casi diez meses conviviendo con un virus llamado SarCov2, o covid19, que ya lo sentimos parte de nuestras vidas, y nos ha cambiado los patrones de comportamiento de una manera brutal y buscamos justificaciones en todos los escenarios posibles, desde su existencia y transmisión mediante la ingesta de carne de murciélago, como teorías conspiracionales de una posible guerra fría y biológica que se salió de control.
Pasando después a una supuesta falta de consciencia de la población, en la implementación de las medidas de protección, a la ineficiencia de los gobiernos de hacerse respetar. Sabemos ya de buena fuente que la pandemia de covid19, que consideramos no es solo eso, o no es eso que nos mencionan, sigue sumando muertes a su haber, la pandemia no ha parado, ni se ha aplanado la curva y en estos días de diciembre se ha disparado enormemente. Por allá, en el mes de abril, cuando se planteaban escenarios posibles, le pronosticaba que los muertos podrían llegar a 100 mil a finales de año, era algo que esperábamos no fuese posible, era el peor escenario, y confiábamos en el bien actuar de los gobiernos y en el miedo y disciplina de las personas, el subsecretario de salud, predecía que el peor escenario sería que murieran 60 mil, y como señalábamos, el futuro nos está alcanzando muy rápidamente.
No solo se cumplieron los escenarios más funestos, las profecías medicas fueron superadas, y para desgracia, no solo en el peor de los escenarios, se fue más allá de ellos. Vemos como el ambiente festivo del país se desmorona, porque la muerte sigue caminando en todos los estados, parientes, amigos, conocidos están enfermando y muriendo, ya no son los extraños, o los casos aislados, la pandemia está fuera de control y sabemos que no es exactamente lo que nos dicen, no es el covid19, son muchas otras manifestaciones. Es una verdadera peste, y que va a diezmar a la población, con protección o no, y va a desaparecer cuando cumpla su cometido, que puede ser dentro de unos meses o dentro de unos años.
Los especialistas en el mundo le deban de 16 a 17 semanas, o sea escasos cuatro o cinco meses, y ya llevamos un año. Si atendemos a los inicios reportados en China, si atendemos a lo que la historia nos dicta, puede durar entre dos y seis años, tiempo que duraron la peste negra y la gripe española, consideramos nosotros que bien podría irse a los dos años. Los medios de propagación ahora son más, y mas diversos, la globalización nos trajo esa desventaja, contra las ventajas que disfrutamos con los avances tecnológicos, decimos que bien podría durar los dos años al menos, porque en este mes de diciembre se dispararon nuevamente en pico alto, similar al de abril y mayo, las hospitalizaciones y las muertes, a estas alturas las muertes por violencia del crimen organizado pasó a segundo término y las señales no son para nada halagüeñas si nos atenemos a las noticias que nos traen los portales noticiosos por el mundo, mencionan que el virus está mutando y volviéndose más fuerte.
Por ejemplo, el Comercio menciona que “científicos británicos están tratando de establecer si la rápida propagación en el sur de Inglaterra de una nueva variante del virus que causa el covid19 está relacionada con las mutaciones clave que se han detectado en la cepa, las mutaciones incluyen cambios en la importante proteína en forma de «espícula» que el coronavirus SARS-CoV-2 usa para infectar a las células humanas, indicó un grupo de científicos que rastrea la genética del virus, pero no está claro aún si estas lo están haciendo más infeccioso. «Se están realizando esfuerzos para confirmar si alguna de estas mutaciones está contribuyendo o no a una mayor transmisión».
La nueva variante, que los científicos británicos han denominado ‘VUI-202012/01”, muestra mayor virulencia. Si esta información se afirma, estaremos en una nueva etapa del virus, contrario a lo que señalan las autoridades en nuestro país, que estamos en el pico y tenderemos a bajar, o que se ha aplanado la curva. A nosotros nos da la sensación de que ni siquiera sabemos de qué se trata, los síntomas son tan diversos que ya no parece un simple covid19, es multifactorial, como cualquier peste acaecida en siglos anteriores. Ni siquiera sabemos con certeza cuando terminará, así que especular es lo único certero, es que estamos entrando en un tren de morbilidad muy rápido. Hace apenas 40 años el sida nos había metido miedo, las gripes ya nos habían contagiado durante años, desde 1918, hasta nuestros días, con sus variantes, como la gripe de Hong Kong, la gripe aviar de 2009, y el covid19, que se está fortaleciendo o haciéndose más poderosos, y los virus del dengue, Sika y Chikunguña están poniendo a prueba la capacidad del cuerpo humano a mantenerse en esta vida.
Sumado a las mentes zafias que desafían en todo momento el proceso evolutivo de cada enfermedad y terminan siendo los focos de contagio deseables para cada enfermedad, este fin de año, podría ser uno más, con la significancia de que termina la etapa más pesada del inicio del cambio, el 2021, no pinta mejor aún, solo queda ser resilientes y precavidos, el futuro de la humanidad está comprometido, debe cumplir las consecuencias de sus acciones, el reseteo está en camino.
Los días que faltan serán importantes para el futuro del mundo, apenas estamos entrando en el invierno y ya están los fríos extremos en Rusia. Cierto es que el territorio de Rusia es extenso y que hay muchos microclimas, pero sabemos ya que inició la caída de hielo, prefacio de climas fríos. En Chile sigue temblando, el cinturón de fuego sigue movido, la pandemia sigue vigente, el año terminará con muchas bajas, con mucha información nada halagüeña para la humanidad, pero también nos deja un dejo de esperanza, la esperanza de que no todos los males duran cien años y que en algún momento esto se nivelará, no se detendrá porque el universo es todo vibración, pero debemos alcanzar la nota armónica con él.
El hombre empieza a despertar, hemos notado como miles de personas están obligando al universo a caminar hacia una nueva conciencia, los locos están saliendo de la guarida, la pandemia les ha permitido manifestarse, las personas que están cautivas y que tenían el conocimiento antiguo empezaron a razonarlo y la información les empezó a llegar, ahora están manifestándose y están buscando a sus pares, para compartir su conocimiento y ayudar a aquellos que no saben del proceso en el que se encuentra la tierra y como vivir sin exaltarse por cada situación adversa que vive.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *