Sinopsis Política

SINOPSIS POLITICA 1148

DELINCUENTES QUE PREDOMINAN EN POLITICA

  En 2011, durante la campaña a la presidencia municipal de Zitácuaro, hartos del cacicazgo político y el fortalecimiento del crimen organizado en la región, amplios sectores de la sociedad simpatizaban con uno de los candidatos opositores al régimen priista que gobernaba; pero ese abanderado de la izquierda cometió errores que influyeron decisivamente en su derrota:

El más grave de esos equívocos, fue integrar en la coordinación de su campaña a familiares cercanos a jefes de plaza de grupos delictivos; pues los zitacuarenses que fueron ultrajados, humillados, secuestrados y extorsionados, encontraban en la secrecía del sufragio la mejor oportunidad para desquitarse de los agravios, que les infringieron los criminales, sin generarse problemas.

Es decir, le cobraron la factura al candidato de la izquierda que integró en la toma de decisiones políticas a personajes cercanos al peor flagelo que se ha padecido, impidiéndole además la posibilidad de llegar a cogobernar con ellos o bajo el imperio de los grupos delincuenciales que operaban en la región.

En contraparte, el candidato priista, Juan Carlos Campos Ponce, se desmarcó de los cacicazgos de su partido, de la parte más contaminada del PRI, algunos también involucrados con cabecillas de los grupos armados señalados.

La derrota del candidato perredista estaba anunciada; pues, además de aliarse con personajes oscuros, el trabajo de gestión de Campos Ponce como diputado local había sido bueno, tejió una poderosa estructura ciudadana paralela al PRI, que le permitía ser competitivo  a pesar de su partido, incluso, se auto ayudaba más si se demarcaba del mismo, como lo hizo y ganó con amplio margen, a pesar de contender teniendo en contra a los propios liderazgos tradicionales del tricolor, que –algunos- se fueron a respaldar a candidatos del PRD y PAN, facilitándole todavía más la victoria a Juan Carlos Campos, quien se deshacía de lo peor del Revolucionario Institucional, sobre todo al confirmar la ciudadanía que lo más nocivo del PRI lo había dejado solo.

La victoria electoral de Campos Ponce fue contundente y socialmente legitimada, se convertía así en el nuevo líder de la región oriente y poderoso referente político en la tierra de los más representativos cacicazgos estatales.

Pero la arrogancia lo perdió, comenzaron los excesos y abusos, como la práctica del nepotismo, integrando en posiciones claves a familiares cercanos a él y de su esposa; abundaron los “aviadores”, sujetos que cobraban sin devengar el salario; trenzó una relación estrecha con los innombrables, a quienes utilizaba para hostigar e intimidar a sus opositores y críticos, cediendoles el control de la Feria del pueblo, les suministraba recursos públicos para financiar sus movimientos, les entregó la policía municipal, permitiendo le impusieran a los mandos y reaccionaba con violencia cuando se le hacían observaciones al respecto.

                                     SE FRACTURA LA RELACIÒN COMERCIAL CON EL DESPERTAR

La relación comercial con El Despertar se terminó cuando pretendió controlar la línea editorial del periódico, trató de impedir que la población se manifestara con libertad en estas páginas, manipular nuestras opiniones, pero sobre todo que no se le realizara a él y a ningún colaborador suyo señalamiento alguno, aun cuando este fuese documentado. Además era irrespetuoso al exponer sus exigencia, informal y ventajoso con los pagos y en este medio de comunicación no aceptamos condicionamientos que vulneren el derecho a la libre expresión y libertad de opinión.

Además, en El Despertar todavía nos podemos dar el lujo o la oportunidad de escoger a nuestros clientes y jamás permitiremos convenios de publicidad con delincuentes confesos o que tengamos evidencia irrefutables de ello.

Cuando al entonces presidente municipal se le expuso la cancelación del contrato verbal de prestación de servicios publicitarios y la razón por la cual ya no se le vendería publicidad, se molestó y de inmediato fue a la radio local a leer un comunicado, mismo que envió a todos los medios de comunicación, incluyendo el nuestro, donde afirmaba que quien escribe lo estaba chantajeando, exigiéndole 80 mil pesos mensuales a cambio de no pegarle.

Comunicado que también nosotros publicamos; porque, aunque no estábamos de acuerdo con el contenido, hemos sido respetuosos con el derecho que todos tienen de expresarse, lo que no sucedía con el mandatario, quien, en contubernio con la mayoría de medios locales de difusión, emprendió una agresiva campaña infamante en contra nuestra. No caímos en la provocación, solo le argumentamos que el tiempo demostraría quien es cada cual y nos ubicaría en nuestro lugar. Aparte no resultaba sano polemizar con un vulgar delincuente, mitómano y ladrón.

LEVANTONES Y SAQUEOS

Pero al salir de la radio, el presidente Juan Carlos Campos Ponce, informó de manera despectiva a sus acompañantes que me mandaría “levantar” por criticar su gobierno. Comentario que ya había externado también el entonces Director de Seguridad Pública en una convivencia con cabecillas de grupos delictivos y el mismo Director de Obras Públicas, por lo que me vi obligado a presentar la denuncia penal respectiva ante la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos Contra la Libertad de Expresión de la PGR. Donde ratifiqué la causa de mi desconfianza en las dependencias gubernamentales, especialmente en las responsables de “procurar justicia”, pues poco faltó para que se me procesara a mí. En tanto los delincuentes hacían efectiva la amenaza.

Frente a la complicidad de los funcionarios del gobierno (de todos los niveles), la protección de políticos de su partido y la complacencia ciudadana, los abusos y latrocinios de Juan Carlos Campos Ponce y sus colaboradores continuaban, se incrementaron las obras fantasmas, construcciones inconclusas reportadas como terminadas y que se volvían a reprogramar sin informar el destino del recurso inicial, edificaciones que jamás se empezaron y aparecían en los informes como concluidas, funcionarios municipales convertidos en los principales proveedores del municipio, empresas y “comercializadoras” integradas con familiares para que suministraran bienes y servicios al gobierno de Zitácuaro.

Formó también una red de prestanombres o “lavadores” de dinero que le operan a la fecha, y nadie se atrevía a denunciar, ni siquiera a criticar, pues estaba latente la posibilidad de ser desaparecido, levantado o “multado con una sanción física o monetaria”. Solo un abogado, al que muchos reprocharon y juzgaron loco, tuvo la osadía de enfrentarse al poder criminal de Campos Ponce y sus compinches.

                                       LA PROTECCIÒN DE ALFREDO CASTILLO Y SUS ESBIRROS

Marcos Joel Vera Terrazas, desde hace más de dos años, estando en funciones de alcalde Campos Ponce, le presentó dos denuncias penales, una por peculado y otra por enriquecimiento ilícito. No obstante la aportación de las pruebas, jamás se supo el destino de dichas querellas. Trascendió que el munícipe había comprado la protección del entonces Comisionado Nacional para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, por 300 mil pesos; servicio de impunidad que se le sigue suministrando a la fecha, a través de los esbirros que Castillo mantiene al frente de la Fiscalía Regional y Procuraduría General de Justicia del Estado.

A pesar de tantos descarados excesos, abusos y conductas antisociales en perjuicio de todos los zitacuarenses (excepto, obvio, los que con él se beneficiaron de la rapiña), Campos Ponce y sus secuaces estuvieron a punto de salir completamente librados de cualquier consecuencia jurídica, pues solo unas horas antes de que prescribiera toda acción legal en su contra, el Congreso Nacional Ciudadano y su abogado, Marcos Joel Vera Terrazas, decidieron demandar el juicio político.

Lo que exacerbó los ánimos del ex alcalde y sus aliados, quienes en redes sociales y por todos los medios a su alcance intentaron, primero negar y minimizar el recurso legal promovido por los ciudadanos, después realizaron campañas difamatorias, luego pasarían a acciones intimidatorias, para terminar con insinuaciones monetarias, por medio de terceros enviados con ese propósito.

Nadie, absolutamente nadie respaldó la exigencia de someter a juicio político al corrupto, delincuente y ladrón ex mandatario y a su gavilla de malhechores, de repente desapecieron del contexto político y social todos los luchadores de izquierda, los ciudadanos libre pensadores, los honorables zitacuarenses que se dicen honestos y de buenas costumbres, los líderes partidistas… ni se diga, algunos más bien se lanzaron contra los demandantes de transparencia, justicia y recuperación, para el municipio, del botín robado.

ZITACUARENSES DIVIDIDOS

La ciudadanía, por su parte, se fracturó en varios bloques: los indolentes, que les vale madre todo, siempre y cuando crean que no les afecta directamente; los condescendientes, que creen que todos los políticos son ladrones y se resignan a que los ultrajen; los despistados, que desconfían de todo mundo, más de quien busca liberarlos con la dolorosa verdad, que de quienes los engaña con dulces mentiras; los aliados, que defienden con todo al acusado, sabiendo y teniendo constancia que se trata de un transgresor, pues tienen la certeza que también saldrán perjudicados; y los ignorantes, que por desconocimiento se van a la cargada, de uno u otro bando.

También se dio el caso de los aspirantes políticos, que creyeron que al respaldar la exigencia de juicio político, le estarían “engordando el caldo” a futuros adversarios en la lucha por espacios de poder. Tienen la certeza que todos los ciudadanos son igual a ellos, que sólo pugnan por un interés insano, perverso, de provecho personal, engañando a los demás. Son incapaces de confiar en las buenas intenciones de otros, pero si imploran se confíe en ellos.

Y los TRAIDORES, entre estos se encuentran los que aprobaron las anomalías ejercidas por Campos, el Síndico y Regidores, con la salvedad de dos damas (la ex regidora del PRD y la del PT), incluso algunos integrantes de ese cabildo en la actualidad buscan candidatearse, otros se han incorporado al gobierno del estado, en posiciones claves, de directores, por ejemplo, creen que sus fechorías han quedado en el olvido, cuando fueron incondicionales partícipes de hechos delictuosos, y hoy, gracias a parentescos que deberían resultar incomodos, vuelven a disfrutar de las delicias del poder, incluso en partido político que se supone opositor y donde son objeto de adulación por los “militantes”.

Otros traidores fueron también rescatados por la presente administración municipal, se encuentran incrustados en este nuevo gobierno, a pesar de haber sido cómplices y siguen apoyando los latrocinios de su antiguo patrón, facilitándole información valiosa, que utilizará para defenderse y denunciar a quienes busquen aplicarles la ley en el Nuevo Comienzo; no obstante, algunos de esos traidores son tal osados que buscan candidaturas en el nuevo partido político que los rescató y ha dado cobijo, tratándose de alimañas.

                                                      LLEGÒ LA REPARTICIÒN DE CULPAS

El día que el Congreso del Estado, convertido en Gran Jurado, sancionó a Juan Carlos Campos Ponce con dos años de inhabilitación para ocupar cargos públicos, en la Tribuna, de la Sesión privada y posteriormente al ser abordados por los medios de comunicación, fiel a su tradicional estilo, el ex mandatario zitacuarense lejos de pararse en responsabilidad y asumir sus culpas con gallardía; como siempre, se dedicó a despotricar, mentir y repartir imputaciones que no venían al caso.

Acusó de corruptos a todos, incluyendo a los diputados de su partido y dirigentes del mismo, quienes si sentían el compromiso de solidarizarse y ser considerados con él, por compasión o compañerismo, le negaron esa posibilidad. Parecía a esos delincuentes abusivos, que cuando son aprehendidos y sometidos a interrogarlo, les dan una cachetada para que hablen y cuatro para que se callen.

Él como mañoso que es, sabe perfectamente que entre hampones existen códigos, uno de los cuales indica que cuando algun mafioso cae en “desgracia” debe tolerar con estoicismo su caída y condiciones, como suelen decir ellos mismo: “tragársela toda solos, sin chistar y sin repartir lo que no les quepa”; pero nuestro ex alcalde descobijó y empinó a medio mundo, incluidos sus colaboradores de confianza y hasta a un traidor del gobierno municipal actual.

Por falta de espacio continuaremos con el tema la próxima semana, porque esto apenas comienza. La inhabilitación obliga al Congreso del Estado a dar vista a todos los órganos fiscalizadores e investigadores, estatales y federales, para que profundicen en las indagatorias, de acuerdo a las pruebas ya recabadas.

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