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Llega a la región oriente etapa crítica en incendios forestales

*El año anterior la entidad ocupó el segundo lugar a nivel nacional, con más de 600 siniestros.

Zitácuaro, Mich. – Con el aumento de calor predominan condiciones favorables para el desarrollo de siniestros, esto obliga a redoblar esfuerzos de las instancias correspondientes. En promedio han ocurrido 180 incendios forestales en territorio michoacano.

En este año el número de desastres naturales es de 180, con una afectación en 750 hectáreas dañadas en nuestra entidad. Mientras que el año anterior Michoacán ocupó el segundo lugar a nivel nacional, con 607 casos registrados y con una superficie mayor a las 12 mil hectáreas siniestradas.

Ignacio Sánchez Avilés, ecologista, informó lo anterior y añadió que la temporada de estiaje comprende desde marzo hasta mayo, pero también hasta mediados del mes de junio.

Este año -explicó-, al hacer más calor ha hecho que la incidencia de incendios sea mayor, a comparación con el ejercicio anterior.

Destacó que es más fácil prevenir una quema que combatirla y el prevenir implica poner en marcha ciertas acciones, considerando también la suma de esfuerzos de los tres niveles de gobierno.

Agregó que, ahora que está en marcha el período vacacional de Semana Santa, en los lugares donde puede haber afluencia de turistas, se debe estar al pendiente de informarles que si hacen uso de fogatas terminen por apagarlas en su totalidad. No arrojar colillas de cigarrillos al bosque, no romper botellas para que los vidrios no produzcan fuego a través del efecto “lupa”.

Hizo énfasis en que al municipio de Zitácuaro le corresponde una zona de amortiguamiento, que influye en la zona núcleo de la Reserva de la Mariposa Monarca, por ello consideró de vital importancia la prevención a través de la participación ciudadana y gubernamental.

Destacó el ganador del premio nacional forestal que, “de nada sirve que cuando pasa la temporada de estiaje y viene la temporada de reforestación podamos reforestar todo lo que queramos y eso va a quedar muerto el siguiente año con cualquier incendio, de cualquier magnitud”.

Indicó Sánchez Avilés que las quemas no representan un juego; ya que tuvo la experiencia, hace algunos años, de vivir un siniestro que se salió de control y por consiguiente puso en peligro a varios brigadistas.

Precisamente fue en el cerro del Epazote, que se localiza frente a Los Zapotes, personas que se quedaron atrapadas por la quema del bosque y luego tuvieron que emprender su rescate con el apoyo de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

Por ello se han catalogado tres tipos de incendios: uno de ellos es el subterráneo, que se va por las raíces; el superficial, que va por encima y va quemando la vegetación; y el aéreo, que va incinerando las copas de los árboles. Considerado el más peligroso éste último.

Subrayó que es necesario que estén las personas capacitadas para el combate y control de siniestros forestales, ya que cuando se trata de una quema de gran magnitud representa una labor difícil o complicada.

Explicó que cuando hay la presencia de fuego en nuestros bosques, está en riesgo la vida silvestre; es decir, tanto a la flora y la fauna. Consideró que los animales se han extinguido en nuestra región, debido a varios factores, entre ellos la depredación. A ello se le suma la quema de pastizales. De cada 5 incendios, 4 son provocados por el hombre, puntualizó.

 

 

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