Opinión

UMSNH, el amargo festejo de un centenario

La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), la entidad educativa emblema de nuestro estado y considerada la institución de educación superior más antigua del continente americano, llegó a su primer centenario de existencia. Sin embargo, los festejos están enmarcados en sinsabores y crisis que han opacado los vítores.

LA HISTORIA

LA UMSNH tiene sus antecedentes históricos en 1540, cuando don Vasco de Quiroga fundó el colegio de San Nicolás de Obispo en Pátzcuaro. Su propósito original era el de formar sacerdotes que le auxiliaran en la tarea de evangelización en los territorios que estaban bajo su jurisdicción.

Esta pasó a ser encabezada por el Rey Carlos V, en 1543, con lo que recibió el mote de Real Colegio de San Nicolás, y en 1577 pasó  a ser responsabilidad de la Compañía de Jesús.

Tres años después, en 1580, junto con la residencia episcopal de Pátzcuaro, el colegio se trasladó a Valladolid, donde se fusionó con el Colegio de San Miguel Guayangareo.

Durante casi dos siglos, aunque con algunas pugnas por no convertir el colegio en un Seminario Conciliar, la institución se mantuvo en su tarea de formar a quienes otorgaban los servicios religiosos y se encargaban de evangelizar a los nativos de la región.

Pero a principios del siglo XVIII (años 1700), se incluyeron asignaturas de filosofía, teología escolástica y moral. En noviembre de 1797 se iniciaría con las cátedras de Derecho Civil y Derecho Canónico.

En el inicio del siglo XIX el colegio pasó por una de sus más sólidas etapas, pero con el inicio  de la guerra de Independencia, este debió ser clausurado. Irónicamente este movimiento era encabezado por destacados maestros y alumnos nicolaitas, como Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos y Pavón, Ignacio López Rayón, José Sixto Verduzco y José María Izazaga.

Fue hasta  el 17 de enero de 1847 cuando Melchor Ocampo, en sus funciones como Gobernador de Michoacán, procedió a su reapertura, bajo la denominación de Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás de Hidalgo.

Al consolidarse la Revolución Mexicana, Pascual Ortiz Rubio en su función de gobernador michoacano, estableció el 15 de octubre de 1917 la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Por sus aulas, además de los caudillos de la Independencia ya mencionados, también han pasado personajes como Natalio Vázquez Pallares, Ignacio Chávez, Vicente Estrada Cajigal o Manuel Alonso Cerriteño.

LA OFERTA

Actualmente la Universidad Michoacana ofrece la opción de cuatro programas en nivel medio superior, un programa de nivel técnico, 33 de licenciatura, 36 de especialidades y maestrías, además de 13 de doctorado.

Tiene así mismo un total de 46 escuelas incorporadas, que le dan presencia en 38 municipios del estado. Aparte de su sistema de educación a distancia.

Sin embargo, se debe señalar que apenas el pasado primero de septiembre, el Rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Medardo Serna, admitió que la institución se ubica por debajo de la media nacional en cuanto a cobertura de educación superior.

LA “PAPA CALIENTE”: UN DÉFICIT QUE APRIETA

Más centrados en la actualidad de la institución, uno de los temas que por varios años se ha arrastrado y agudizado, es el referente a las finanzas de la casa nicolaita y que actualmente le tiene en serias complicaciones.

Tres décadas atrás el Congreso del Estado instrumentó la que se convirtió en la última reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Michoacana, en la cual se tuvo el origen de problemas financieros, en lo que a pensiones y jubilaciones se refiere.

“Tenemos un déficit económico monumental. Es histórico. Uno de los aspectos, porque son muchas causas las que tienen que ver con este déficit: hay plantillas no reconocidas, prestaciones no reconocidas, no tenemos fondos de aportaciones para pensiones y jubilaciones, y no lo tenemos porque así está en la ley”, declaró recientemente el rector Medardo Serna.

Un dato a destacar, es que este déficit financiero pasó de los 100 a los 750 millones de pesos tan sólo en el periodo de 2015 a 2016. Lo cual ha llevado incluso a complicaciones para el pago de la nómina de trabajadores, por lo que se ha requerido de solicitar adelantos a la federación.

Esta situación se agrava conforme se acerca el fin de año, debido a la serie de prestaciones que debe cubrir la institución con sus trabajadores.

Se debe resaltar en este punto la nada grata “colaboración” de Salvador Jara Guerrero para este déficit, pues cuando terminó la responsabilidad en la Rectoría de su antecesora Silvia Figueroa Zamudio, se tenía un déficit de 273 millones 283 mil pesos, y bajo el mando de Jara Guerrero este déficit aumentó hasta los mil 116 millones de pesos.

A la salida de Jara Guerrero, para asumir la gubernatura de Michoacán, colaborando con el “virrey” Alfredo Castillo, este problema financiero se heredó a Medardo Serna, quien en julio de este año señaló que se había logrado reducir en 350 millones de pesos este déficit.

Para 2016 el Congreso del Estado aprobó a la Universidad un presupuesto de dos mil 496 millones de pesos, el cual contaba ya con un incremento de 381 millones de pesos, pero este se había otorgado bajo la condición de que se implementara una reingeniería con metas y objetivos claramente evaluables, así como un cronograma de ejecución.

Dentro de esta reestructuración se incluía certificar y garantizar el control interno del gasto de Casas del Estudiante, Dirección de Control Escolar, prestación y contratación de servicios, así como una propuesta viable de reforma al régimen de jubilaciones y pensiones.

Pero a casi un año de esta decisión, la Auditoría Superior de Michoacán deberá llevar a cabo trabajos de revisión, para determinar responsabilidad u omisión de la UMSNH en su cumplimiento de esta condicionante, que no ha sido cumplida cabalmente.

ACOSO EN LAS AULAS

Otro escándalo que ha opacado a la institución en recientes tiempos, son los casos de acoso sexual hacia alumnas, trabajadoras y docentes. En el pasado mes de agosto, la Coordinadora del Centro de Estudios Multidisciplinarios de la Mujer, Rubí de María Gómez Campos, en una conferencia titulada “el acoso y el hostigamiento sexual en la Universidad Michoacana”, detalló sobre esta problemática.

En ella la académica rememoró que desde hace varios años hay prácticas indeseables de algunos profesores que aprovechan su posición jerárquica y abusan de jovencitas, además de que en los pasillos de la Universidad se presenta como práctica común el acoso y agresiones al cuerpo de mujeres.

Pero la parte más grave, es que pese a que se han dado denuncias, a los responsables “simplemente se les cambia de adscripción o se les da un permiso o hasta se les jubila, pero no hemos sabido de sanciones y procesos jurídicos”, señaló Gómez Campos, quien enfatizó que esta situación demuestra una actitud de indiferencia de las autoridades nicolaitas.

Este problema de acoso ha generado movimientos de alumnado que se dedicaron a la denuncia del hecho, incluso a pesar de recibir como respuesta más acoso o hasta amenazas de muerte.

LA FIESTA EN MEDIO DE LA CRISIS

Desde el pasado 25 de agosto integrantes de la Coordinadora de Universitarios en Lucha iniciaron toma de instalaciones administrativas de la Universidad en Morelia, con la demanda de que se permitiera la admisión de un mayor número de alumnos de nuevo ingreso a diferentes carreras de la casa nicolaita.

La toma se ha mantenido ya por dos meses y ha derivado en un enfrentamiento entre los aspirantes rechazados que buscan un espacio en la Universidad y aquellos alumnos inscritos de diferentes grados escolares. El hecho se dio el pasado 22 de septiembre y tuvo como saldo tres lesionados; pero se escribió, en la historia de la Universidad, como un oscuro episodio donde alumnos y aspirantes se han liado a palos y piedras, en tanto que los “guardianes de orden” se mantuvieron al margen.

Por otra parte el conflicto ha sacado a relucir xenofobia y clasismo, no sólo por parte de un amplio grupo de alumnos de la casa de estudios, quienes califican de “mugrosos”, “jodidos”, entre otros motes a los aspirantes rechazados, sino también por parte de algunos docentes y directivos.

Las negociaciones para solucionar este conflicto con los aspirantes han sido infructuosas, el pasado 5 de octubre el Rector Medardo Serna decidió suspender negociaciones al acusar intereses políticos en la toma, aunque hay datos que contrastan, como el hecho de que en 2012 la facultad de ingeniería eléctrica tuvo más de 500 aceptados y para este año solo registran 150 admitidos.

Mientras tanto el conflicto ha llevado a alumnos a tomar clases extramuros, ha puesto a la Universidad en complicaciones para los procesos de reinscripción y también obstaculiza el tema financiero.

Pero aún ante este complicado panorama las autoridades universitarias no sólo realizan desfiles conmemorativos de los 100 años de la Universidad, sino que incluso se han dado el lujo de adquirir objetos conmemorativos, como corbatas, pines y otros artículos para “festejar” el primer centenario dela máxima casa de estudios.

La centenaria casa nicolaita se encuentra en una evidente crisis, entre problemas monetarios, de funcionamiento y disciplina en sus entrañas, pero eso no es impedimento para que la parafernalia se haga presente en actos y peor aún, objetos que dan signos de una simulación en la máxima casa de estudios de la entidad.

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