Personaje de la Semana

Alfonso Covarrubias Damián

H. Zitácuaro, Mich. – Aunque es originario del estado de Guerrero, es zitacuarense por adopción, Alfonso Covarrubias Damián es ingeniero agrónomo, egresado de la Universidad Autónoma Chapingo, tiene el respaldo de 35 años en el campo laboral, aportando sus conocimientos en la preservación del medio ambiente.

El ecologista nació en el municipio de Totolapan, Guerrero, ahí hizo sus estudios básicos, posteriormente realizó su educación secundaria en Zacapu. Más tarde se incorporó a la Universidad Autónoma de Chapingo, donde se recibió como ingeniero agrónomo, especialista en bosques.

Tiempo después se incorporó a la dependencia conocida como Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, laboró así mismo en una subsecretaría forestal en la Ciudad de México y en el estado de Hidalgo como encargado de vigilancia de bosques, volvió a retornar a México para participar en un área de reforestaciones.

Fue a partir de 1989 cuando radicó de manera permanente en Michoacán, realizando diferentes actividades en la región oriente, en materia de preservación del medio ambiente.

Fue el responsable de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca en esta zona, actualmente es jubilado y participa como parte del Consejo Ciudadano del Rescate Ecológico del Cerro Cacique, en el área de restauración de suelos.

Explicó que gran parte de la industria forestal se encuentra en el municipio de Hidalgo y se ha expandido a la región oriente; en tanto que, el aprovechamiento del bosque no ha sido suficiente, de tal manera que ha surgido mucha demanda de la madera.

Lo anterior ha causado que la industria maderera haya crecido de manera considerable y ha sido en el bosque donde radica la producción ilegal. Agregó que en un principio la explotación de la madera fue una de las razones por la cual se encontraron áreas taladas en las zonas boscosas de Michoacán.

La problemática actual es el cambio de uso de suelo, la masa forestal es devastada y ahora se realizan plantaciones de aguacate, las cuales no han sido autorizadas, simplemente se han dado a través del tiempo.

Indicó Covarrubias Damián que es un problema que no sólo se padece en esta región, sino en todo el estado Purépecha, ahora son mayores las superficies que se tumban con el fin de realizar plantaciones del llamado “oro verde”.

Indicó que otro enemigo del bosque son los incendios forestales, ya que han afectado la zona boscosa y áreas naturales de la entidad y principalmente a Zitácuaro. Agregó que muchos de las quemas se derivan de la tala clandestina, con el efecto de borrar las huellas o bien para ampliar la frontera agrícola.

Ahora con la presencia de las lluvias se ha visto que arrasan gran cantidad de suelo, hacen cárcavas y en general erosionan la tierra. Desde el punto de vista ecológico exhortó a frenar las áreas taladas, el cambio de uso de suelo y respetar, cuidar y preservar el medio ambiente, que es vital, por los beneficios que brinda la naturaleza, además porque se disminuye la contaminación y se respetan las especies, como flora y fauna.

En cuanto al segundo tema, agregó que no se ha tenido el suficiente cuidado de preservar los animales silvestres, ya que muchas de las especies se han extinguido a causa de la práctica de la caza furtiva, por lo cual es un asunto que debe competer a la sociedad.

Indicó Covarrubias Damián que las plantas medicinales son parte elemental de la salud de la población, la cuales se desarrollan en el medio ambiente, por lo cual se deben continuar haciendo programas de cuidado a la naturaleza.

Consideró que es importante obtener beneficios de nuestro ecosistema, pero al mismo tiempo aportar trabajos de restauración y recuperación de áreas naturales, de aquellas zonas boscosas que han sido taladas o de cambio de uso de suelo.

Agregó que se deben aportar soluciones, en cuanto a las satisfacciones de las comunidades rurales, porque son los campesinos quienes afrontan las consecuencias cuando surgen deslaves, derrumbes o incendios forestales.

En cuanto la zona de la reserva de la Mariposa Monarca, afirmó que es necesario involucrar más a los poseedores del bosque, para reorientar las políticas de preservación del medio ambiente, de tal manera que las comunidades tengan mayor injerencia, tanto en su cuidado como en su aprovechamiento.

Consideró que el aprovechamiento forestal no es malo, únicamente hay que encausarlo técnicamente, que tengan las comunidades beneficios adicionales para su sobrevivencia.

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