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Corrupción gubernamental en los recursos que envían los migrantes

Uno de los programas gubernamentales más presumidos, tanto por federación, como por el estado y los municipios, es el llamado 3×1 migrante. Esquema que recientemente se ha visto señalado por irregularidades; situación que en realidad no es novedad, pero que no deja de causar suspicacias, y más si se toma en cuenta que el estado es uno de los que más migrantes tiene.

MICHOACÁN, MIGRANTE POR EXCELENCIA

Aunque no existe total certeza en cuanto a la cantidad de michoacanos que viven en Estados Unidos, las cifras indican que existen entre dos y cuatro millones de michoacanos que radican en la Unión Americana, una cantidad similar a la población actual en el estado.

Los estados de Zacatecas, Michoacán, Guanajuato y Nayarit están en un Grado Absoluto de Intensidad Migratoria muy alto.

Solo Zacatecas supera a Michoacán en la cantidad de migrantes. Estas dos entidades, junto a Guanajuato y Nayarit, están en un Grado Absoluto de Intensidad Migratoria muy alto.

De los dos mil 456 municipios que había en México durante 2010, 177 tenían muy alto grado de intensidad migratoria, los primeros 20 se ubicaron en los estados de Oaxaca, Michoacán, Querétaro, Hidalgo, Guanajuato, Durango y Aguascalientes.

Pero en cuanto a la cantidad de dinero que se recibe por los “paisanos”, Michoacán es el que encabeza la lista.

Alrededor de 2 mil 747.8 millones de dólares entraron a Michoacán, durante 2016, por remesas de Estados Unidos, lo cual representó un aumento del 27.7 por ciento a comparación de 2015, donde se recibieron poco más de 2 mil 532 millones de pesos.

Así, de entre los estados que mayor número de remesas reciben, Michoacán obtuvo el primer lugar, con el 10.02 por ciento, por encima de estados como Jalisco con el 9.3, Guanajuato con 9 por ciento y Estado de México con el 6 por ciento.

3X1 MIGRANTE

Se trata de un programa del Gobierno de la República, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), que apoya las iniciativas de los migrantes organizados para realizar proyectos que contribuyan al desarrollo de sus localidades de origen, mediante la aportación de los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal, así como de organizaciones de migrantes en el extranjero.

Los planes  que se desarrollan con las cantidades resultantes de este esquema se destinan a infraestructura social, servicios comunitarios, educación y proyectos productivos.

Este programa ya cumplió 15 años y en este tiempo Michoacán se ha convertido en uno de los estados con mayor participación. En 2016 fue el cuarto estado que más recursos ejerció a través de 125 proyectos.

En un comunicado emitido en abril de este año, el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en Michoacán, Gerónimo Color Gasca, expresó que este programa es un “modelo de concurso de los tres niveles de gobierno, es un legado de como yendo de la mano podemos abatir los indicadores y sacar a Michoacán adelante”.

LA IRREGULARIDAD

Pero en la semana que termina, el 3×1 migrante fue señalado por irregularidades en su ejecución.

Los proyectos que se busca que se realicen con estos recursos, son propuestos por clubes de migrantes, que son integrados por al menos diez miembros, que en su mayoría sean nacidos en México y son quienes aportarían recursos para sus comunidades y después son validados por la Sedesol para su final aprobación.

Así el contexto, cuando el pasado 12 de agosto, los representantes de las organizaciones de migrantes en Estados Unidos, integrantes del Comité de Validación (Covam) denunciaron que las normas del programa, referentes a la validación de los proyectos que ingresan al programa, fueron violentadas el pasado 10 de agosto, durante la tercera validación de propuestas 2017, por el delegado en Michoacán de la Secretaría de Desarrollo Social, Gerónimo Color Gasca; quien, a decir de los migrantes, incluyó de última hora quince proyectos no incluidos en la lista de proyectos por validar.

Pero además la cita para esta tercera validación de los proyectos se hizo sin dar tiempo a que los miembros del Covam pudieran llegar a la validación, lo que se puede suplir, según indican las reglas del programa, a través del enlace con los miembros vía telefónica o videoconferencia; pero que en esta ocasión le fue negado por lo menos a Rubén Chávez, de la Federación de Clubes de Migrantes en Illinois. Esto generó sospecha, en cuanto a la posible interferencia de “clubes fantasma” para validar proyectos.

El llamado para las sesiones de validación se debió hacer con 15 días de anticipación y esta vez se hizo solo con tres, además de que en la lista de proyectos que se debe enviar en esa convocatoria, se mencionaban 6 proyectos y la lista final, que se presentó el día 10 de agosto, fue de 21 proyectos.

“Los Migrantes organizados denunciamos la manipulación y oscura operación del programa 3X1 para migrantes. Solicitamos que los proyectos que se aprueben sean los que cumplen con las reglas de operación y que sean de auténticos migrantes y no de clubes fantasmas, que sólo prestan la toma de nota o se conforman sólo con ese fin, para corromper tan noble programa”. Expresaron en un comunicado representantes del Covam.

La respuesta del delegado, aunque no se hizo de manera directa, se dio en un comunicado en el que explicó que con la aprobación de más proyectos, de los originalmente planteados, se evitó que el recurso destinado a Michoacán no se distribuyera y tuviera que ser reintegrado a la Secretaria de Hacienda, lo que ocasionaría que en el 2018 el presupuesto para la entidad se redujera a la capacidad de lo ejercido.

Así, con este panorama, la pregunta surge: ¿fue un “plan con maña” el envío apresurado de las propuestas y la convocatoria para validar proyectos, o solo fue una consecuencia de hacer los procesos “a las últimas”?

NI PRIMERA VEZ, NI ÚNICOS QUE DENUNCIAN

Pero los señalamientos de este tipo no son nuevos, ni tampoco han sido los migrantes en Estados Unidos los únicos en denunciar; pues, por citar un ejemplo, en marzo de 2016, los proyectos que fueron presentados por el gobierno municipal de Tacámbaro no fueron aprobados por el Comité de Validación, pues en uno de ellos, que trataba de becas para estudiantes, que no fue avalado luego de que los migrantes detectaran irregularidades en la selección de los beneficiados, pues entre los beneficiarios de las becas se encontraban estudiantes de familias que no tienen necesidad, como la hija de un prominente empresario tacambarense.

El otro proyecto fue la techumbre para la Escuela Primaria Francisco I. Madero, planteamiento que no cumplía con los requisitos mínimos del Programa 3×1, porque no tenía un marco teórico que sustentara su impacto social ni los beneficiados del mismo.

Probablemente por estas situaciones se ha generado que Michoacán ha perdido más del 50 por ciento de recursos del Programa 3×1 para Migrantes desde 2012, como lo había señalado también a inicios de 2016 el entonces delegado de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Víctor Tapia Castañeda.

En esa ocasión explicó que entre 2012 y 2015 Michoacán pasó de abarcar el ocho por ciento del presupuesto federal destinado a este programa a prácticamente la mitad, con solamente el 4.4 por ciento del total de recursos.

Hace un año, en agosto de 2016, se dio la denuncia verbal que Reveriano Orozco Sánchez, presidente del Frente Independiente por los Derechos Humanos de los Migrantes, que hizo ante los medios de comunicación, al destacar que el programa 3×1 que maneja la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) está “lleno de corrupción, porque más del 70 por ciento de los recursos no se aplica en tierra de migrantes”.

La respuesta de Tapia Castañeda, que en esos días era el delegado de Sedesol, fue que esta persona tiene poca información, no acude a las sesiones de trabajo, no participa y ni siquiera ha presentado proyectos.

Sin embargo, a nivel nacional, también hay observaciones en este programa, pues en febrero de este año la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó un posible daño a las finanzas públicas, que asciende a 10 millones 315 mil 415 pesos que debieron destinarse a los programas de atención a migrantes; seis millones 756 mil 479 corresponden al programa federal operado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), denominado 3×1 Migrantes, y tres millones 558 mil 936 pesos al Fondo de Apoyo a Migrantes del gobierno de Michoacán. Esta situación aún está en investigaciones.

 

Así, el programa que debería apoyar la actividad migrante parece volverse en otro obstáculo para el desarrollo de las zonas migrantes, que resienten carencias y en lugar de una mejora para los familiares de los “paisanos”, se malversa en una forma de enriquecimientos ilegales.

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