Personaje de la SemanaZitácuaro

José Carmen Trejo

Zitácuaro, Mich.- Mientras muchos habitantes de la ciudad de Zitácuaro duermen, en las panaderías las jornadas laborales van desde muy temprano y los panaderos amasan su masa, para luego hacer el pan de dulce o blanco y meter el producto a los hornos de leña o de gas.

Aquí tenemos a don José Carmen Trejo, quien ya tiene 30 años siendo comerciante y 10 más dentro de su panadería, lo cual suma un trabajo de 40 años en este noble oficio de panadero.

Así ha transcurrido la vida laboral de José Carmen Trejo, quien desde temprana hora trabaja en su panadería, ubicada en  la calle Benito Juárez sur 55, apoyado siempre por su familia en la fabricación y luego en su comercialización.

¿Es bonito su oficio? Se le pregunta a don Pepe, a lo cual contesta en forma sencilla y cordial, “para el que le gusta sí, pero para el que no le gusta, no. Nosotros todos en la familia somos panaderos, trabajadores, desde las cinco de la mañana, once de la mañana y de ahí en la tarde otra vez le damos a la chamba”.

“De la noche a la mañana me hice panadero, porque yo era chofer y rematé con un “volantote” grandote que es el pan y ni modo, ay que seguirle hasta que Dios nos de licencia”, expresa entusiasmado José Carmen Trejo, quien ya tiene 67 años de edad.

“Yo sé lo que es levantarse temprano, yo me duermo cinco horas diarias. Muchos no saben lo que son jodas, pero aquí sí señor, hay mucho trabajo pero la gente no quiere trabajar, porque la gente es “horera”. La gente entra a las 8 y a las 3 vámonos y ya no trabaja. Y nosotros no, porque el negocio es de nosotros, el negocio es de mi familia, tenemos que “arrimarle”, señala Carmen Trejo.

“Panadero con el pan, dice la canción… sí güero hay que echarle ganas, trabajar y nada más, porque la mujer llega en la mañana y échale pal bofe, si no a las 12 te veo entonces, “never de limón”, expresa aquel hombre de tez morena y dibujando una sonrisa en sus labios.

Don José tiene su puesto ahí, a tan solo unos pasos del jardín central, sobre la calle de Ocampo, casi esquina con Dr. Emilio García sur. Por las tardes se pone con sus canastos y ofrece sus conchas, borrachos, curitas, calvos, orejas, mamones, polvorones, trenzas, novias, corbatas, cabeza de negro, chilindrinas, nubes, besos, Etc.

La frase que utiliza diariamente en su vida es “primeramente Dios, mis clientes y luego yo”. Don Pepe es originario de Zitácuaro. “Aquí nací y aquí me voy a morir”.

Señala el señor José que el turno más sacrificado es el de la noche, “porque ya temprano tiene que estar el pan, a ello hay que agregarle que este es un oficio de mucho trabajo, tanto para el que lo hace como para el que lo vende”.

Otro ejemplo de trabajo es don Raymundo, quien ya desde las 5 de la mañana se alistaba a la panadería de don José para surtir su pan de blanco, bolillos y teleras.

Don Raymundo tenía que recoger un pedido de hasta mil piezas diarias y luego se iba a vender su producto sobre el camino, manejando y luego despachando, desde la gasolinera del “Perico” por todo la carretera, pasando por el Polvorín, frente al estadio “Ignacio López Rayón” hasta el “Shalom”, Macho de Agua, La Dieta, San Mateo y San Bartolo.

Como decía la canción “el panadero con el pan, el panadero con el pan, tempranito ya lo saca, calientito en su canasta, pa salir con su clientela por las calles principales y también la ciudadela y después a los portales y el que no sale se queda sin el pan para comer, diga si van pronto a salir, porque si no para seguir, repartiendo el pan, repartiendo el pan para comer, traigo bolillos y teleras, también gendarmes, besos, conchas de a montón….”

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