Cultura

Arco Triunfal del Siglo XVI (Benito Juárez)

Arco Triunfal del Siglo XVI (Benito Juárez)

Por: Aidé Espinoza

Mejor conocido como el arco de la campana, que está ubicada en la esquina noroeste de la plaza Cívica, en la población de Benito Juárez, Michoacán. Fue el acceso al trapiche de la Hacienda de Santa Bárbara de Los Laureles.
Es decir, que antes de ser Benito Juárez esta era una fortaleza, la cual formaba parte de la encomienda de la conquista que realizó Gonzalo de Salazar. A partir de su fundación, la fortaleza y la vida de los habitantes de estas tierras se vio circunscrita e influenciada por los sucesos que ocurrieron en la zona.
Misma que fue construida con piedra de la que existía en la zona a finales del siglo XVI, la Hacienda rápidamente se convirtió en una de las más importantes en la región, en ella se industrializaba la caña de azúcar, plantada alrededor de la misma.
Desde luego, la actividad economía fundamental fue la agricultura, con la siembra de caña, materia prima indispensable para la elaboración de azúcar, piloncillo y aguardiente. Se consideraba en la comarca una de las más importantes.
Para el año de 1761 se encontraba en poder del Señor Antonio Vicente Gonzáles Guerra, quien le adeudaba dinero al Señor Domingo Veles, por lo que exigía que le pagara o se le embargarían sus bienes.
En el año de 1780 la Hacienda pasó a manos del señor Bartolomé Ruiz, pero este dichoso arco permaneció sin ser tocado, ya que era una parte fundamental para que tuviera un excelente desempeño, de igual manera los trabajadores.
Este arco era el acceso entre el patio de la Hacienda y el lugar donde se descargaba la caña, la cual se transportaba en ese entonces con burros. La campana se hacía sonar como señal del inicio o final de la jornada del trabajo, así como a la Santa Patrona de la Fortuna, Santa Bárbara.
Con el paso de los años ha sufrido modificaciones y reparaciones, el aplanado, la colocación de paneles y adornos de cantera y más recientes el pintado tricolor. Cabe destacar que esta construcción lleva entre los Juarenses más de 300 años, convirtiéndola en Patrimonio Cultural Histórico Irremplazable del Municipio y uno de los pocos vestigios de historia que nos quedan.
A pesar de tantas reparaciones, durante muchos años, este sigue siendo muy importante para el municipio de Benito Juárez, visto que detrás de él se esconde una gran e impresionante historia.

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