Editorial

Secuelas en niños tras confinamiento

Secuelas en niños tras confinamiento

Por: Marina Vilchis Herrera.

La crisis sanitaria no solo ha arrebatado a los niños la posibilidad de asistir a la escuela, también les ha quitado algo más preciado e irremplazable: el espacio del recreo, ese momento libre de padres y profesores, en el que aprenden a relacionarse entre ellos y desarrollan sus aptitudes sociales. La psicóloga y terapeuta Marlen Hernández Gracián nos explica lo que sucede tras el aislamiento con el comportamiento de los niños.

  La escuela es el sitio donde establecemos nuestros primeros vínculos más allá de la familia y asimilamos una serie de experiencias que comienzan a formarnos como individuos. Las horas de clase y de recreo “nos permiten desarrollar destrezas motoras y también favorecen las capacidades cognitivas y el razonamiento lógico. Ayudan a aprender habilidades sociales y de tipo moral.

En la psicología de un niño, los espacios de interacción y entretenimiento no representan un simple momento de diversión, sino que modelan silenciosamente su creatividad, su carácter y su comportamiento social. Para un niño, el aislamiento es una pérdida de diversos estímulos sensoriales y, sin que nadie se dé cuenta, esto va limitando poco a poco su capacidad imaginativa. La pandemia podría generar severas consecuencias a largo plazo: Cognoscitivamente se podrían presentar ciertos estancamientos en áreas del desarrollo intelectual. Y emocionalmente, es posible que se perjudiquen la seguridad y la autoconfianza del niño.

Es necesaria la asistencia a clases, aunque se realice de forma escalonada y con distanciamiento. Los niños necesitan un contexto de interacción, tanto con sus profesores como con sus pares, para lograr alcanzar un adecuado desarrollo afectivo-emocional y social, y no solamente cognitivo, como fundamentos de la formación saludable de su personalidad y un equilibrio en su salud psicosocial.

Este proceso debería ser gradual y consecutivo, para posibilitar que los miedos y preocupaciones se vayan superando, tanto por parte de las familias como de las instituciones educativas, y es en este proceso en que las psicólogas y psicólogos deberán intervenir para facilitar el retorno y la adaptación a la nueva normalidad.

Los niños copian las emociones de los adultos que les son más cercanos (como sus padres o sus maestros), es importante que esos adultos controlen bien sus propias emociones y mantengan la calma, escuchen las preocupaciones de los niños, les hablen con amabilidad y los tranquilicen.

Además de supervisar el aprendizaje y la salud física de tu hijo cuando regrese a la escuela, también deberías estar atento a cualquier síntoma de estrés o ansiedad. Es posible que algunos niños no expresen sus emociones verbalmente, así que deberías estar atento para percibir cualquier conducta nerviosa o agresiva que pueda indicar que algo va mal.

Marlen Hernández Gracián

Previa cita (715)131-87-37.

marlen.hdezg@hotmail.com

Moctezuma Ote. #29

Col. Cuauhtémoc C.P61506

Zitácuaro Mich.

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