Y tu mamá también 16 años después

Por: Gustavo R. Gallardo
La película Y tu mamá también (2001, dir. Alfonso Cuarón) fue proyectada esta noche en el 15º Festival Internacional de Cine de Morelia, con la presencia de los tres fundadores del festival Alejandro Ramírez, Cuauhtémoc Cárdenas Batel y Daniela Michel, así como del realizador Carlos Cuarón, el actor Diego Luna y el cantante Marco Antonio Solís.

Antes de la función, fue develada la butaca con el nombre del actor Diego Luna, que agradeció el gesto del FICM.

Han pasado 16 años desde la primera vez que la estrenaron en cines, pero, como dicen, ha envejecido bien, como una historia que cierra un ciclo (y un siglo) en el cine mexicano.

A través de dos jóvenes mexicanos y una española, Y tu mamá también retrata a un México que va del caos de la ciudad —repleta de protestas y de clases sociales, un México tan aburrido, que la idea de salir de ella convierte una ida al supermercado en una fiesta—, hasta el México rural, de carreteras vacías, con cruces para muertos olvidados. Durante el viaje, que lleva a los personajes en busca de algo que parece que no existe —la amistad, el amor o aquella playa—, Julio y Tenoch se exploran en lo más íntimo, descubren los celos y algo que puede fortalecer su amistad o darla por vencida.
“Fue un alivio perder el Oscar a Mejor Guión (contra Pedro Almodóvar) porque se acababa todo. El festival de Venecia fue más chido, me dio un pedrigrí que no sé si merezca”, dijo Cuarón.

Por su parte, Diego Luna contó que cuando la película salió “no dejaban verla a ningún chavo, aunque no conocía a nadie de quince años que no la hubiera visto. Carlos y Alfonso Cuarón son los verdaderos charolastras y creo que no han dejado de serlo”, relata Luna entre risas con el público.

La película, protagonizada por Gael García, Diego Luna y Maribel Verdú, parece cerrar un ciclo en la carrera del Alfonso Cuarón. Hasta ese momento había dirigido Sólo con tu pareja (1991), La princesita (1995) y Grandes esperanzas (1998), cintas con las que se hizo un nombre también en Estados Unidos, que terminó por despegar con Y tu mamá también y, con ello, atraer producciones más grandes: Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), Niños del hombre (2006) y Gravedad (2013), por la que ganó el Oscar a Mejor Director en 2014.
Carlos Cuarón relata que la fotógrafa Maya Goded trabajaba en una serie de fotografías con prostitutas, cuando una de ellas, en una cantina, se levantó de la silla y puso la canción de Marco Antonio Solís en la rocola: “Se la propuso a Alfonso, la escuchamos y pensamos que no sería otra más que esa para la escena”.

Marco Antonio Solís, por su parte, narra que se propuso sacar un tema inédito para la cinta: “Hice mi aportación para la película y mi carrera tomó otro curso. A partir de entonces, con esa canción, mi carrera dio un giro internacional”.
La carrera de los actores también llegó a otro nivel. Aunque Gael García ya tenía atención internacional tras participar en Amores perros (2000, dir. Alejandro González Iñárritu), después de Y tu mamá también, Diego Luna participó en Frida (2002, dir. Julie Taymor) con Salma Hayek y Alfred Molina, y La terminal (2004, dir. Steven Spielberg), con Tom Hanks y Catherine Zeta-Jones.

A la par, Emmanuel Lubezki, que ya tenía un nombre en Hollywood, fue llamado para trabajar en películas cada vez de mayor peso: Niños del hombre y El árbol de la vida (2011, dir. Terrence Malick), por las que fue nominado al Oscar por Mejor Fotografía, premió que se llevó con Gravedad (2014), Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia) (2014) y El renacido (2015): tres veces al hilo.

“No hay bar donde no la pongan (“Si no te hubieras ido”). Es un himno charolastra”, dijo Diego Luna sobre la canción, antes de que Marco Antonio Solís cantara un fragmento que coreó el público: el vínculo que una película, 16 años después, sigue sólido para una generación.

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