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La despreciada historia de Zitácuaro

Zitácuaro. –  La importancia que el municipio de Zitácuaro guarda en la Guerra de Independencia de México, ha quedado despreciada por propios y extraños. Las autoridades, que van y vienen, han demostrado que su verdadero conocimiento está en reconocer su propia ignorancia, en cuanto a la historia de esta municipalidad se refiere. Monumentos y sitios históricos están en completa pérdida y olvidados sin recibir atención oportuna.

En diversas ocasiones se ha dado a conocer en este medio la devastación que han sufrido varios de los sitios que más historia guardan, no sólo en el municipio, sino en la importancia histórica de México. Esto ha sido el resultado de años de descuido y falta de apoyo e inversión, que han tenido las autoridades estatales y municipales.

Como punto de referencia se han mencionado al menos dos de los sitios que mayor relevancia han tenido y de los que la sociedad identifica más, aunque desconozcan su historia. Imágenes tomadas por este medio de comunicación han demostrado como el Cerrito de la Independencia y el Jardín de La Mora están en este momento sufriendo los embates de las inclemencias del tiempo, la falta de mantenimiento y la ignorancia de las autoridades y la población.

Por más de una década, diversos ecologistas han denunciado la devastación que se da en el Cerrito de la Independencia, varios han intentado tomar cartas en el asunto para reforestar y remodelar el sitio (pero se los han impedido), que ahora sirve de mirador y lugar de relajación para los visitantes y “parejitas” que ahí acuden. Son precisamente los visitantes los que se han encargado de aportar su “granito de arena” para que el lugar se vaya deteriorando.

Grafitis y rayones con diferentes tipos de pinturas, plumones y hasta corrector, dan muestras del paso de la gente por el lugar que intenta dejar plasmados “sus amoríos” o su marca personal en el lugar ¿La vigilancia? Es mínima, por ello la inconciencia de los visitantes hace de las suyas.

Pero lo más grave del asunto se da luego de que, a pesar de ser considerado un lugar histórico protegido y un pulmón para la ciudad, este se encuentra deforestado: pinos enfermos y viejos que ya nada aportan, árboles de los conocidos como hojosas que tampoco contribuyen nada al medio ambiente, basura forestal que es un riesgo en tiempo de estiaje y un descuido total en su periferia, es lo que se puede observar a grandes rasgos en el Cerrito de la Independencia.

incongruentemente las autoridades han mencionado constantemente que están preocupados por la ecología en el municipio. De hecho, comenzaron una fuerte campaña de reforestación que han dado a conocer, pero del Cerrito nada han insinuado. Paradójicamente, en la página oficial del ayuntamiento de Zitácuaro se cita a este lugar como el monumento que más orgullo representa a la historia de Zitácuaro y lo califican como “un símbolo que nos da identidad ante el concierto estatal y nacional y proyecta a nuestra ciudad como una población de vocación libertaria”.

La consulta a la página oficial aporta datos interesantes, que no van acorde con la realidad, dejando entrever que sólo se colaboraron para todos aquellos que quisieran saber un poco más de la historia breve de El Cerrito de la Independencia, pero que han olvidado las obligaciones que esto refiere.

En una de estas partes se pude leer como el Cerrito fue reforestado en el año de 1936 por la oficina Forestal de Caza y Pesca del distrito de Zitácuaro ante la preocupación de la sociedad zitacuarense, desde entonces no se ha sabido de una reforestación de esa dimensión.  

Datos obtenidos en la página oficial de Zitácuaro exponen lo significativo que es el Cerrito de la Independencia, por ello no se explica que lo tengan en total abandono. “El Cerrito de la Independencia ha sido testigo mudo del devenir histórico de esta Heroica ciudad; para el año de 1746 ya aparece en un plano de la Villa de Zitácuaro, como Cerro de Guadalupe.”

“El Cerrito fue trinchera y testigo de cómo el insurgente Benedicto López Tejeda derrotó, el 22 de mayo de 1811, al coronel Juan Bautista De la Torre; como Rayón, parapetado en él, infringió dolorosa derrota, el 22 de junio, al capitán realista Miguel de Emparán. El 2 de enero de 1812, los insurgentes utilizan al cerrito para defender la Villa de Zitácuaro de las tropas realistas.

El Cerrito de la Independencia sirvió de parapeto a los chinacos de Zitácuaro y de la región, para defender la soberanía nacional de la invasión francesa.

A partir de 1910 es conocido como Cerrito de la Independencia. El 21 de julio de 1913, el General Joaquín Amaro fusila en su cima a varios saldados, simpatizantes del dictador Victoriano Huerta”. Fragmento tomado de -Zitacuaro.gob-.

En ese mismo contexto se encuentra el tristemente célebre Jardín de la Mora, el cual va muy de la mano con el sitio mencionado arriba, ahora sólo se pude ver un pequeño pedazo muerto de lo que fue el árbol que salvó a Ignacio López Rayón, el 19 de agosto de 1811.

En su momento y antes de que el lugar y su vegetación sufrieran daños irreversibles, se dio a conocer lo que pasaba, la falta de agua a las plantas terminó por secar algunos de los arbustos que ya no se pudieron recuperar por la sequía en la pasada temporada de calor.

Siendo director (ahora llamados secretarios) de Servicios Públicos Municipales de Zitácuaro, Carlos Hurtado Casado, nunca se trabajó por implementar un plan estratégico que recuperara los espacios históricos y jardines del municipio. Su prioridad fue barrer las calles de la ciudad, dando entrevistas a los medios de comunicación, mientras los jardines y arreas públicas se iban devastando y deteriorando. Finalmente, este funcionario dejó el cargo para unirse a las filas del Gobierno del Estado, acompañando al ex presidente y ahora Secretario de Gobierno, Carlos Herrera, dejando varios pendientes por resolver.

Pero en este caso también los ciudadanos han aporta lo suyo para abonar al deterioro el sitio. Basura y excremento hacen del lugar un espacio sucio, con malos olores, que se suman a la rapiña de algunos visitantes que se han encargado de llevarse los escudos de las bancas, tal vez como un recuerdo o simplemente por “hacer la maldad”.

Entrevistado al respecto, el encargado de despacho de Servicios Públicos Municipales, José Alfredo Rangel Tierrablanca, explicó que tomarían cartas en el asunto para mejorar el lugar. Reconoció también que están a cargo de los parques y jardines del municipio, pero no les ha alcanzado el presupuesto y el personal para atender sus deberes. Ahora, sólo falta esperar las medidas que prometió se tomarán, al menos con este sitio histórico.

“El Jardín de la Mora del Cañonazo tiene que ver con la fundación, por el Lic. Ignacio López Rayón, el 19 de agosto de 1811, de la Suprema Junta Nacional Americana en esta ciudad, organismo que aglutinó las acciones militares, los esfuerzos políticos y administrativos de la insurgencia mexicana.

Zitácuaro representa, en aquella época, la Capital de la Nación y un foco insurgente de relevante importancia que preocupó seriamente al virrey Venegas, pues ponía en peligro la legitimidad y estabilidad del gobierno español.

En tal sentido, el virrey creía urgente acabar con la Junta. Para este propósito dispone que el Gral. realista, Félix María Calleja, destruya la Villa de Zitácuaro. El ataque se verificó el día 2 de enero de 1812, a partir de las once horas. La batalla es cruenta, los luchadores por la libertad se enfrentan a las mejores tropas realistas, los insurgentes, entre ellos muchos pobladores de los lugares circunvecinos, resisten con estoicismo. Cada acción de los patriotas es energía que nutre el espíritu, aunque en ello se ponga en peligro la vida misma”. Fragmento tomado de -Zitácuaro.gob-.

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