Opinión

La cuesta de enero más difícil para Michoacán

Una característica que tienen los inicios de cada año, son las dificultades económicas que atraviesa buena parte de la población del país, ante los gastos que se generan en lo personal y en obligaciones ante las instituciones gubernamentales. Pero este año, las dificultades para obtener gasolina en varios municipios del estado, han hecho más inclinada la llamada “cuesta de enero”.

Mientras terminaba el año, la capital michoacana difundió imágenes de filas en algunas de sus gasolineras y cifras que resaltaban por ser poco comunes, pues menos de 20% de las estaciones de servicio en esa ciudad contaban con gasolina.

Incluso para fin de año, prácticamente ninguna estación tenía combustible, la pregunta de la gente era continua ¿Qué pasa? Mientras tanto en otros municipios, al paso de los días de diciembre empezaron a darse escenas de estaciones negando el servicio por no contar con producto, o la obligada compra de la gasolina Premium, mejor conocida como “roja”, porque no se contaba con la regular o más mencionada como “verde”.

Aunque se llegó a especular de una cierta “venganza política” del gobierno federal, para con los estados de la república no gobernados por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la realidad era que los motivos eran otros, aunque las consecuencias son igual de difíciles de omitir.

En diciembre la propia Petróleos Mexicanos (Pemex) indicó que la falta de producto en Puebla, Guanajuato, Jalisco, Estado de México y Querétaro se debía a “intermitencia en poliductos” o por “suspensión permanente de poliducto” que se dio desde los primeros días de diciembre, pues en esos estados se concentró 48% de las tomas de hidrocarburos clandestinas en México durante 2018.

Pero ¿a que se refieren esos términos de “intermitencia en poliductos” y “suspensión permanente de Poliducto”?

Las gasolinas son enviadas a Michoacán a través de ductos subterráneos que vienen desde Guanajuato y llegan a una Terminal de Almacenamiento y reparto que se encuentra en el municipio de Tarimbaro, a unos kilómetros de Morelia.

Estos ductos fueron suspendidos parcialmente, durante lapsos de varios días, y después permanentemente, para hacer revisiones y reparaciones de las perforaciones hechas en ellos para robar combustible, una actividad mucho más conocida como “huachicol”.

Mientras tanto, se enviaba combustible por medio de pipas, pero estas no dan abasto suficiente, a diferencia de un flujo continuo de gasolina. Para el fin de año Pemex reportó que fueron 320 gasolineras de todo el estado las que tenían problemas de abasto.

Sin embargo, no se había dado una explicación clara y debidamente difundida de esto en el estado, y mientras tanto había molestia y confusión entre la población. Primero fueron los medios de comunicación que consignaron este motivo, mientras que Pemex se limitó a  decir que eran reparaciones a los ductos, pero  finalmente el gobierno federal señaló que se trataba de su estrategia de combate al robo de combustible, el llamado “huachicol”.

¿DE DÓNDE VIENE LA PALABRA?

Mucho se menciona ante esta complicada situación este término, pero no muchos saben su origen.

La palabra huachicol (y, en consecuencia, huachicoleo y sus derivados), es más vieja que el acto con que se le relaciona actualmente. Su uso, hoy designa inequívocamente al combustible robado de las redes de suministro, mientras que el término huachicolero se aplica a quienes ejecutan el hurto.

Su origen está relacionado con la palabra guacho, derivada del maya waach, que, según el Diccionario de Mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), tiene la acepción de ladrón, aunque también es el apodo que se aplica a los forasteros.

El Diccionario del Español de México recoge el vocablo con la grafía cuachicol, que nombra a una “especie de pértiga que lleva en un extremo una canastilla, utilizada para bajar fruta, como manzanas, peras, guayabas, del árbol”. Por extensión, un cuachicolero es aquella persona que se dedica a recoger frutos con este instrumento.

Pero hay otra acepción, recogida por la AML y la Academia Mexicana del Tequila, en su Glosario, según el cual huachicol es una bebida destilada adulterada con alcohol, principalmente de caña.

Como sucede con otros fenómenos lingüísticos, resulta complicado rastrear el momento en que se trastocó lo que estos términos quieren decir; pero es probable que la definición, que hoy está en boca de todos, sea el resultado de una mezcla por uso entre las distintas acepciones recogidas por los especialistas.

¿PERO QUE HA PASADO EN MICHOACÁN?

Para estos días, alcaldes de Michoacán denunciaron que el desabasto de gasolinas se agravó este martes, pues suman 13 municipios afectados.

Los municipios más afectados, son: Pátzcuaro, Tarímbaro, Charo, Álvaro Obregón, Indaparapeo, Zitácuaro, Zamora, Uruapan, Jacona, Peribán, San Luca, Huetamo y Morelia.

En Zitácuaro el problema inició con estaciones que se quedaron sin servicio a lo mucho por un día, y sin alguno de los tipos de gasolina, pero en la última semana incrementaron la cantidad de estaciones donde se negaba el servicio porque no había combustible.

Pero en una revisión a lo que se ha dado en el Estado, a consecuencia del “huachicoleo”, basta con recordar que en 2016 el entonces presidente municipal de Álvaro Obregón, Juan Carlos Arreygue, y cuatro mandos policiacos municipales fueron detenidos.

El gobernador Silvano Aureoles detalló que el alcalde fue, “acusado de tener vínculos con la delincuencia organizada, dedicada principalmente al robo y sustracción ilegal de combustible de los ductos de Pemex”.

Para septiembre de 2018, el alcalde fue condenado a 270 años de prisión, pues además de estar inmiscuido en el robo de gasolina, se le encontró vinculado al homicidio de varias personas a bordo de una camioneta que fue incinerada, delito relacionado, precisamente al robo de combustible.

También se puede comentar que tan solo en 2018 los huachicoleros perforaron en 117 ocasiones los 84 kilómetros de ductos de Petróleos de México (Pemex), que hay en Michoacán.

A pesar de ser una de las entidades con mayor presencia de militares, agentes de la Policía Federal en las autopistas, policías estatales y municipales, los ladrones de gasolina hicieron una perforación por cada 1.39 kilómetros.

LO QUE VIENE

Ante la situación que ha complicado logística de negocios y la vida cotidiana de miles de michoacanos, al grado de que incluso el transporte público ya ha sido parado parcialmente, el gobernador Silvano Aureoles ya señaló como emergencia la situación a 14 días de que se agudizó el problema y por ello llamó al gobierno federal a reestablecer el abasto normal a la brevedad; pero, por parte del gobierno de la república no se ha fijado fecha para ello, aunque aseguran que sucederá.

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