Opinión

Vamos señor “TRUN” (Política en lo oscurito)

Vamos señor “TRUN”

Don Cedano está nervioso, lo han mandado llamar de la dirección, no sé si se habrán dado cuenta de que trae un espejo en el huarache para espiar a las niñas, o se han dado cuenta que le robó el lonche a su compañero el chino. Algo malo debió de suceder para que lo mandaran llamar, si alguien me acusó, acusaré a todos los demás que hacen lo mismo, no se puede quedar impune un castigo así, ¡Ay, nanita! Estoy nervioso, ¿Qué querrá el señor director? No quiero que me castiguen, ni quiero que llamen a mi mamá…bueno, que si la llaman para que me corrija estaré ad hoc con el preciso, o sea San Péjele, ya ven que hizo un llamado a las mamás de los malos, así que sí soy malo, me merezco la reprimenda de mi “amá” … bueno, que sea lo que diosito quiera. Don Cedano entra con las manos en los bolsillos a la dirección, la sola llegada al cuarto donde despacha el jefe de la escuela le da calosfríos a cualquier chamaco, el director al ver al chamaco temeroso lo tranquiliza, le dice:

  • Tranquilo hijo, no te vamos a castigar… aún. – dijo el director viéndolo en la sala con ojos saltones.
  • ¡Qué alivios! – ¡uff! ¿Para qué me llamaron?
  • Necesitamos concertacesionar contigo, no eres mal muchacho, ayudas a unos en detrimento de otros, pero eres muy necio y cerrado en tus ideas, palabras más, palabras menos de los maestros.
  • ¡Güat?, -Así se sorprende Don Cedano por las palabras del director.
  • Significa, que sabemos hijo que te sigues portando mal con algunos de tus compañeros, pero también sabemos que has ayudado a otros y estamos midiendo o sopesando que pesa más, para castigarte o premiarte: si lo bueno o lo malo. Lo que sabemos, es que al menos eres cumplidor, el trabajo encomendado del castigo anterior nos lo has resuelto con bastante pulcritud y rapidez, eso del que no hayas permitido que ingresaran los alumnos de la escuela de aquella colonia jodida a la nuestra, para pasar a la privada como destino final, es buena señal. Por eso, ahora queremos proponerte un trato, pero como hay pandemia, el trato debe ser en mi oficina, pero primero debes pasar al servicio médico, es por precaución, ¡no vaiga a ser!
  • Pero estoy sanito –y le dije a mi cofradía que no me haría la prueba, porque no estoy malo, ni nada de eso.
  • No por ti, es por nosotros, así que a servicio anticovid, o no te ofreceremos un trato, y vienes porque vienes a la dirección o te castigamos.
  • Pero le dije a mi cofradía que no entraría a la dirección, que los pondría en su lugar, me hacen quedar mal.
  • Tranquilo, tu cofradía te defenderá, les harás creer que lo hecho por ti es lo mejor y así, los que andan con ese espejito en el pie, podrán hacerlo; pero cuidándose de que no los cachen, porque así sí los castigamos, aunque digamos que no hubo quien los denunciara, así saldrán libres para ir a buscar otro espejo. Les dirás que nos pusiste en nuestro lugar y no les revelarás la nueva tarea que te vamos a asignar. Así que, a hacerse la prueba, que te esperamos en la oficina.

El director se metió, mientras Don Cedano cariacontecido se dirige a hacerse la prueba del Covid19, molesto y refunfuñando. Pero le conviene ir a la dirección, los castigos no son tan malos después de todo, si lo dejan hacer sus maldades como prebenda, muchos de sus allegados ya estaban contagiados de maldad, ese gen que hace enfermar a la mente.

  • Ya llegué señor director.

Don Cedano llegó presto a recibir sus nuevas órdenes, que no castigo. Sus siete lectores como son bien mal pensados, luego, luego, hicieron la analogía de la vida de San Péjele con la niñez de Don Cedano, saben que San Péjele no iría a Estados Unidos, salvo que lo obligaran; que no se haría la prueba, salvo que lo obligaran; aun a sabiendas de que su grey podría reclamarle, pero se sabe poderoso, y alguna mentirilla piadosa les dirá, algo así como que “Trun” está más viejito y si es asintomático podría matarlo por contagio involuntario y en una de esas se lo achacan. Así que mejor va con examen incluido de Covid19 por si las dudas, y les dirá después de la reunión que los puso en su lugar. Algo así como el chiste viejo ese de la famosa pelea de Huckleberry Finn, donde Huckleberry narra cómo se peleó férreamente dañándole los nudillos de manera espantosa a su contrincante con su dura cara.

 Así se lo imaginan mis siete lectores, de esa manera pondría San Péjele en su lugar a “Trun”. Va con su constancia de que es negativo al Covid19, que será su carta de entrada, y para que no vean sus seguidores que se contradice, irá en vuelo comercial, mientras en chirona se pudre el avión presidencia, mientras los aviones de la fuerza aérea se oxidan a la espera de hacer viajes de traslado de la envestidura presidencial, no de San Péjele, sí del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, pero no, San Péjele tiene que ponernos en vergüenza, como si de verdad estuviésemos tan jodidos. Ni siquiera en mi rancho se ve tanta austeridad, ya hasta parece teatro, en el rancho, la familia más pobre cuando se trata de festejar, lo hace con toda su entrega, comida, chelas y boato no falta, sacan sus mejores ropitas, su mejor auto, así sea un burro, y se atavían y los atavían con primor, y usan los mejores transportes y usan todo lo que está destinado a usarse en esa ocasión, si es un bautizo irán acorde a la ocasión, si es boda de la misma manera.

 Así que la mayoría de las personas no entendemos el porqué de la necedad de hacernos ver pobres y desvalidos, así nos tratarán.

Bueno, no podemos esperar más de una persona que sólo se acostumbró a reclamar, no a proponer. Esperemos que allá nos represente, al menos en el papel, de manera digna. Si ya se atrevió a salir del país, que al menos ya se digne a representarnos como presidente, no como mesías. Allá tienen sus propios problemas. Mientras tanto, los siete lectores de Don Cedano, piensan y piensan mal, que va a vender su orgullo por unos votos. Sólo que no venda nuestra alma. “Vamos señor Trun”, déjenos dignidad, nosotros le daremos el voto duro a usted… péguenos, pero no nos deje, ja…

 Mis siete lectores son unos mal pensados, al menos a la hora en que se escribía esta columneja San Péjele ya había llegado a USA, ya había tenido la reunión, pero todavía no teníamos los pormenores, de los cuales tendremos para generar otra, y se ve buena. Suena raro que no vaya Trudeau, que es el buena onda que nos defiende, y considero que Trun y San Péjele no tendrán mucho de qué hablar entre ellos, pero mucho que hablar de ellos mismos, gracias a lo inflado de sus egos. Si sus egos hablaran, sería una conversación interesante, ja, ja, bueno, no tanto, sólo me imagino haciendo al américa grande otra vez, ahora que ya se permiten los partidos de futbol, ja…

Sí, ya sé, los chistes de Don Cedano son malos, no tanto como San Péjele con los sensacionalistas, que quieren saber si va a hablar del muro, pero la preocupación no es ahora de sí se va a construir para no dejar pasar mexicanos a vivir el sueño americano, sino para no pasar a los güeros para acá, allá tienen muchas enfermedades y muchos bichos malos, así que exigimos que construyan el muro, luego nos pondremos a comparar si se mueren más personas allá o más de este lado, al final los muertos sólo son estadística, ¿verdad señor López-Gatell?, ja…

 Bueno, dice que es un error comparar las cifras, pero sólo de metodología, no de números, porqué el método da números malos o buenos, tan buenos como los tuis del señor “Trun”, que se regocijan por el muro fronterizo. Señalan algunos que se debería cancelar la reunión sólo por eso, pero ya estamos acostumbrados a que “Trun” nos sobaje y nos use de facto como patio trasero, ¿Qué nos sorprende?, sí, sólo que vaya el mesías tropical a visitarlo, pero ya dijimos que es para ponerlo en su lugar y en su casa, ¡of course!,  eso de que “Trun” era una vulgar amenaza o que había que demandarlo, es cosa del pasado, ahora hay que presumir de tener buenas relaciones con el vecino.

Es más, hasta va a defender a los migrantes ante la actitud autoritaria de “Trun”, que se avoraza de racismo, es buena oportunidad de que San Péjele lo ponga en su lugar, así se ganará el respeto del mundo, porqué Trun no respeta colores ni razas, se lanza duro contra todos lo que no son güerejos, así que apoyemos a Trun ¡Vamos señor Trun! Tire duro y directo a los mexicanos para que San Péjele se luzca con su medio discurso, digo medio por la falta de la letra “s”, nada más por eso, así que ¡Vamos señor Trun! Haga grandioso a México otra vez… ¿Otra vez?, sí, es la cuarta: ¿Qué no?

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