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Despertar de la tierra

Despertar de la tierra

La lucha del mí mismo

José Luis Valencia Castañeda                                                        

Nunca he podido luchar contra mí, una parte del cerebro me manda señales de prudencia. Nunca debo luchar contra mí mismo, pero si no lo hago la otra parte de mi cerebro me dice que soy un cobarde y que sólo los cobardes tienen miedo a las afrentas, y tienen razón, mi cobardía me ha llevado a dudar de mis capacidades, y tan solo se requiere un pequeño paso y una fe inquebrantable a lo desconocido, para establecer una lucha y mantener el equilibrio. Esa misma fe, con la que los fieles a una religión defienden su creencia en su dios, la misma fe de aquel que señala que dios no existe y defiende su tesis con el mismo tesón de su contrario.

 Ambos creyentes tienen la razón, pero no lo saben. Ambas son la misma fe, esa fe es la que hace la diferencia, esa me es negada por la razón, es cegada por el intelecto, sin embargo, he intentado una vez más desprenderme de una costra de razón, para dar paso al otro yo, a ese que no necesita de mí para vivir, al yo orgánico, al yo físico, al que la naturaleza le ha otorgado otro tipo de inteligencia, ese conglomerado de organismos vivos, completamente adaptados a servirse entre ellos y que se rigen por otras leyes, que no se justifican ante la razón, no a la razón común.

 El fin de semana pasado, los días 11 y 12 de Septiembre de 2020, tuve la oportunidad de poner a prueba a mi yo racional contra mí yo irracional, fui invitado a una plática sobre medicina alternativa, el lugar de encuentro fue en un fraccionamiento bastante peculiar, agradable al entrar, llamado eco-aldea Pacha mama, en Xalisco, Nayarit, iba con las expectativas bajas, sintiendo que el viaje y el tiempo invertido no valían la pena, pero en mi interior, esa imagen de las leyes espirituales me llamaban a la prudencia y me decían que algo bueno tenía que salir, que debía aprovechar la experiencia y conocer otras ideas del mundo, otras opciones o caminos que las personas cruzan para llegar a la plenitud y felicidad.

Debería ir con mente limpia, con el afán de alumno nuevo, con cuaderno nuevo, expectante a la espera de que el maestro nos sorprendiera con su sapiencia. La apariencia de aldea no era exactamente lo que imaginaba, construcciones mundanas, con conceptos ecológicos me recibieron, una construcción de adobe, otra con piedra, otra con madera, otra con tabique, techos con estructuras de acero y láminas de acero, no marcaban por completo la idea de algo sustentable, no todo venía por completo de la naturaleza, eran materiales definidos por la tecnología. No había energía eléctrica, por lo que no disponíamos de esa comodidad, baños secos, demasiado rústicos a mi parecer, con la esencia de la reutilización de los desechos, un par de tanques de recuperación de agua de lluvia y suministro manual de esa agua.

Entiendo que estaban en proceso de formación, comentado por el creador del concepto; por lo tanto, las áreas estaban siendo formadas. Cuando el creador del concepto habló, entendí mucho más la esencia de la eco-aldea, es un grupo creado desde el yo más profundo, desde “el amor” señalaban ellos. La eco-aldea no es la construcción, no son las deficiencias o los aciertos en su construcción, era la calidad humana que quiere unirse con la tierra en perfecta armonía, el creador se llama Raúl Gutiérrez, un hombre con corazón de mujer, y su mujer con corazón de hombre, ambos corazones enormes, de una sensibilidad muy superior a cualquiera de los que he conocido, han retirado de sus vidas todo rastro de egoísmo, soberbia y envidia.

 Pues Don Raúl nos compartió su parte débil, indicio de una fortaleza enorme. La vida le ha puesto pruebas duras y las ha superado, porqué el universo o dios, como les plazca, le puso las pruebas más duras, para ablandar el corazón y hacerlo más humano, más universal, aparte de compartir con sencillez y humildad sus experiencias, nos compartió su creación más noble, la canción más famosa de la región de Nayarit, costa de Jalisco y Sinaloa, él es el compositor de la canción llamada “Un escalón”, que se canta en la mayoría de las graduaciones de la región dice:

Un escalón, más en la vida,

Y un adiós en este día,

Fueron 2 días los que han pasado,

Y más que amigos somos hermanos.

Es un pequeño párrafo muy elocuente y nos lo demostró ese día, sin conocernos, nos sentimos en hermandad, no cualquiera y no en cualquier circunstancia desnuda su alma. Una de las líneas señala que fueron dos días, porque eso duró la plática destino al que fuimos, pero en la región se le cambia al tiempo que duró esa hermandad, si terminaste la primaria puedes decir: fueron 6 años los que han pasado, si terminaste la secundaria o preparatoria, podrás decir: fueron 3 años lo que han pasado. La elocuencia, humildad hacen de don Raúl un hombre universal, de lo que quedan pocos y a su edad, poco más de siete décadas, parece un párvulo de 15 por la energía y candidez que emana, su grupo del camino rojo, derivado de la esencia del hombre americano de piel roja, con tintes chamanicos, se desliza entre lo desconocido del inconsciente a lo conocido de las terapias alternativas, en las que tiene muy buenos colaboradores que parecen más amigos que eso.

 Nos regalaron conocimiento en yoga, alimentación naturista, temazcal y quiropraxia, algo a lo que no íbamos. Eso nos lo regalaron sin solicitar nada a cambio, quiero entender, pues estoy modificando mi ser hacia esa línea de tiempo, que debo de aportar algo en similares condiciones, esperaré a que mi tiempo llegue. La plática oficial era relacionada al biomagnetismo, impartida por la doctora Patricia Tiznado, que inició con una de las mejores frases atribuidas al Dalai Lama “si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo. Por salud”, eso fue preámbulo para algo interesante, pero no esperaba solo frases bonitas, esperaba algo más que me llenara y me diera más herramientas para el conocimiento de mí mismo, y conforme se desarrollaba la introducción me di cuenta de que algo había que no reconocía, que sí había leído, pero que no había experimentado de bulto.

 Coincido con el discurso relacionado a la salud, coincido con que un alto porcentaje de enfermos originan sus males en las emociones, como los llamados sentimientos, y el porcentaje menor se origina por bichos, llamados virus, bacterias, hongos y parásitos. Cuando uno de estos bichos encuentra el medio propicio para reproducirse sin resistencia enferma al portador, eso es sinónimo de desequilibrio, la enfermedad es pues un desequilibrio, los mayores son desequilibrios emocionales y los menores son desequilibrios en el control de bichos.

 Menciona la doctora que lo importante para mantener la salud, es la alimentación, que debe tener tres características, ser alimentos naturales, producidos por la tierra a la que fueres, que hayan sido producidos de manera natural, que sean de temporada, y que los compartas con alguien que te inspire, lo hagas de manera alegre y que lo hagas tú de manera agradecida y sin emociones que alteren tu química interna, pues las emociones nos producen toxinas que alteran al sistema inmune y nos enferman,  y tiene razón, experimentando en mí mismo, he encontrado veracidad en estas respuestas, pues al modificar algunas conductas he encontrado la paz que he necesitado para resolver los problemas del día a día de una manera más efectiva.

 Una persona positiva es difícil que se enferme y desde luego una mente ocupada en actividades agradables difícilmente será negativa, ejemplo de ello es el viajar siete horas para recibir la parte de la enseñanza a la que asistí. Mi mente iba abierta a recibir lo que el universo me tenía preparado y me sorprendió de manera agradable la charla y practica del biomgnetismo pasó a segundo término, cuando me mostraron al desnudo la esencia del yo, el yo universal, aquel que se rige por las leyes universales y que la mente no domina, el yo esencial, el que ve, que siente, que huele, que toca, que oye sin apoyo suplementario, ese fue mi mayor descubrimiento, eso me abrió la mente a un sinfín de posibilidades, el biomagnetismo es más simple si logras encontrar la raíz del mal que quieras atacar, pues ya tienes mucha documentación de carácter científico, eso lo puedo entender de manera sistemática.

 Lo que no se puede entender, es como el cuerpo te da las respuestas con solo preguntarle, lo extraño al común es esa comunicación, que se ha perdido por completo, esa es el verdadero origen de las enfermedades, nuestro propio abandono, el dejar que otros decidan por nosotros escudados en nuestra propia ignorancia, dejando que los “expertos” decidan sobre tu cuerpo lo que tú no has podido hacer y cuando lo comprendes, sabes que has vivido toda una vida en el camino equivocado, aunque las leyes espirituales te digan lo contrario, que te digan que es el correcto porqué todo es aprendizaje.

Yo me quedo con todo lo aprendido y presto a regalar a quien necesite esa información sin restricciones, si alguien está dispuesto a aprender algo inquietante y desconocido de sí mismo. Espero muchos proyectos humanos y con respeto a la vida como Pacha mama, ejemplos que deben ser replicados, más por lo humano que son, que por la materia que se ve.

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