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Aquiles de la Peña, el inicio

Zitácuaro, Mich.- Aquiles de la Peña Ortega, nació en Las Vigas, Veracruz, aunque según Ramón Alonso Pérez Escutia nació en 1900; otro escritor, Roberto López Maya, señala en su monografía de Ciudad Hidalgo, que nació en 1897. Su padre era ingeniero agrónomo, Francisco de la Peña Chavero y su madre Rosa Ortega Acosta.

Primeramente llegó a Ciudad Hidalgo, en los años veintes, desempeñándose como agente de ventas de empresas madereras, como la hacienda de Chaparro. Inclusive abandonó sus estudios de agronomía en la Escuela de Chapingo. Entró al servicio del general Ambrosio Puente, quien posteriormente sería el gobernador en el estado de Hidalgo y quien lo comisionó para las diligencias comerciales en la hacienda de Chaparro, para después adquirir “la producción entera de durmientes” en 1918.

El gobernador Ambrosio Puente era considerado un “maderero de abolengo”. Por su parte, De la Peña se independizó rápidamente al comprar diversos instrumentos, entre bueyes y carretas y ampliando de esta manera su propio negocio maderero. De tal suerte que se casó con Jovita Marín, quien agregó a los negocios de su marido regulares bienes heredados de su padre Don Herminio Marín.

Aquiles se introdujo en la política local y estatal a partir de 1924, fue presidente municipal en repetidas ocasiones, ocupó varios puestos reiteradamente en el Congreso del Estado, como diputado local suplente en ese mismo año y luego en el Congreso de la Unión.  Pretendía una senaduría y luego ser el gobernador de Michoacán.

Conformó un grupo político en cuyas manos estuvo la Federación Regional Obrera y Campesina de Ciudad Hidalgo, transformada más tarde en Federación Agraria y Sindicalista Distrital de Ciudad Hidalgo, misma que llevó a cabo el reparto agrario en la región en loa década de los treinta y que también estaba íntimamente ligada a la poderosa central cardenista de la Confederación Revolucionaria Michoacana del Trabajo (CRMDT).

Esta Confederación fue para el gobernador Lázaro Cárdenas un frente de carácter político y social, que funcionó como pieza clave de su gestión, para lo cual llevó a cabo su programa de reformas sociales.

En lo que respecta a la Federación Regional de Ciudad Hidalgo, que estaba bajo el poder de De la Peña, mantuvo el control de algunos gremios, principalmente de los trabajadores de Chaparro y grupos de ejidatarios. Cabe resaltar que a él se debió, en cierta manera, la gestión de ejidos de toda la zona oriente del estado.

De tal manera que con estas acciones el veracruzano logró consolidar los primeros pasos de su cacicazgo. Al alcanzar una posición importante dentro de la CRMDT, teniendo un poder de liderazgo político y su militancia agrarista al frente de la Federación Regional.

De la Peña contaba además con la amistad y respaldo político del General Lázaro Cárdenas, ello no fue un secreto, inclusive en sus “apuntes” Cárdenas manifestó una estrecha relación. Así, Aquiles tuvo el control político con el respaldo, más que claro, del general Cárdenas. No sólo ello, también el control económico de la región, a través de la explotación e industrialización de la madera, incluida la asociación con otros industriales madereros.

En una siguiente edición El Despertar le contará del porqué este personaje oscuro se perpetuó en el poder por cuatro décadas. Su poder se extendió a todo el oriente michoacano, incluyendo a Zitácuaro, como la cabecera más importante.

Tuvo también la figura de benefactor de Ciudad Hidalgo, ya que adquirió acceso a ciertos recursos, como la tierra, el agua, el bosque, el crédito, mismos que fueron distribuidos por De la Peña, en primer lugar para sí mismo y su grupo, además de manera discrecional para el resto de la comunidad como carreteras, escuelas, mejoras e infraestructura urbana, entre otros.

*Datos tomados de TZINTZUN, Revista de Estudios Históricos No. 36, julio-diciembre del 2002.

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