Madre busca desesperadamente a su hijo

– “Con todo mi corazón quisiera que, si mi hijo está vivo, me lo regresen

Zitácuaro, Mich. –María del Carmen Vieyra Suárez, vecina del municipio de Ciudad Hidalgo, se unió hace algún tiempo a la Asociación Internacional de Búsqueda de Desaparecidos en México, así como al colectivo Familiares Caminando por Justicia, con el propósito de dar con el paradero de su hijo, desaparecido en aquella vecina ciudad.

Su hijo lleva por nombre Luis Diego Correa Leyva y hace aproximadamente dos años, un 20 de octubre, fue reportado como extraviado. Su madre relató a “El Despertar” que como todos los días había ido a trabajar y posteriormente llegó a casa a tomar sus alimentos, volvió a salir y ya no regresó.

Posteriormente sus familiares comenzaron a llamarle, pero no contestaba las llamadas, después mandaba a buzón. De igual manera los familiares emprendieron una búsqueda física para poder encontrarlo, sin embargo no tuvo éxito.

Antes de que no se supiera nada de Luis Diego su madre sabía que su hijo tenía una relación con una muchacha, quien había ido a visitar a sus padres y el día de los hechos ella no se encontraba en su domicilio.

Correa Leyva era ayudante de albañilería y estaba por cumplir 18 años de edad, ya que su fecha de nacimiento corresponde al 30 de diciembre. Su madre dio testimonio de que el carácter de su hijo era tranquilo y en ocasiones le buscaban pleito.

Era un tanto apartado, aunque también a veces le gustaba salir con amigos. Tampoco Luis Diego se caracterizaba por asistir a los bailes o a los llamados centros de baile.

De lo último que supo Carmen Vieyra, es que uno de sus amigos dijo que lo había detenido un policía, por lo que acudió a las diferentes corporaciones policíacas sin encontrar respuesta alguna.

Además de recorrer parte de la región oriente, también se fue hasta el puerto de Veracruz, ya que tenía conocimiento de que al parecer se habían llevado a algunos adolescentes de Ciudad Hidalgo hasta ese lugar. El resultado fue negativo y la búsqueda nula, incluso acudió al Semefo, pero todos los cuerpos estaban identificados y ninguno correspondía al de su hijo.

Después de la desaparición del joven Diego Correa, sus padres no recibieron ningún reporte de secuestro o algún rescate de dinero a cambio de su vida.

“Les pregunto a sus amigos que qué pasó y ellos no saben nada, ellos no vieron nada y entonces no sé nada”, expresó Carmen Vieyra, quien en su rostro refleja un sufrimiento de manera inexplicable.

De igual manera Carmen vino a esta ciudad, acompañada de su esposo, quienes el pasado fin de semana llegaron a esta ciudad de Zitácuaro para unirse a la marcha de personas desaparecidas, la cual dio inicio en el monumento a El Águila, siguió por la avenida Revolución y concluyó en el jardín principal. En la misma plaza se exhibieron cientos de fotografías de hombres y mujeres desaparecidos.

“Yo con todo mi corazón quisiera que mi hijo, si está vivo me lo regresen, y pues si no está vivo siquiera me dijeran en donde está, porque uno de madre es un dolor muy grande el que uno tiene siempre”, subrayó Carmen.

“Es que no tienen corazón los que lo hacen, no tienen hijos, o no tienen madre… no sé qué es lo que no tienen, porque no se dan cuenta de tanto dolor que están ocasionando, a tanta madre de familia, a tanto familiar que viven con ese dolor, con ese miedo ¿Qué es lo que quieren? Eso no es lo que da la salvación. Nuestro Señor quiere que vivamos en paz ¿Cómo podemos vivir en paz? Si nos quitan la tranquilidad estas personas que se llevan a nuestros hijos.”, puntualizó.

 

 

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