Opinión

SINOPSIS POLITICA

SINOPSIS POLITICA
Por: J. Salatiel Arroyo Zamora
DIGNIFICAR LA POLITICA
Antaño, en pueblos y ciudades, los grupos de poder económico y político seleccionaban a los mejores hombres de la localidad para convertirlos en depositarios de los bienes e intereses públicos. Eran los más aptos, inteligentes, cultos, educados y honestos, los elegidos para gobernar. En algunos casos los futuros alcaldes apenas sabían leer y escribir, pero su probidad era incuestionable. Por ello, en el ejercicio del poder sus conductas eran ejemplares en todo sentido, incapaces de quebrantar la lealtad a sus valores cívicos y morales.
Lo anterior no es demagogia, esa calidad de servidores públicos existieron y algunos siguen con vida: Enrique Pérez, ex presidente de Benito Juárez (Laureles) en dos ocasiones y una de Tuzantla; Luis Yarza, dos veces ex presidente de Benito Juárez; Julián Rodríguez Sesmas, ex presidente de Tuzantla, ex diputado federal y local y ex Secretario de Educación en el Estado. De los que ya se han marchado, Luis León Bueno, ex presidente de Zitácuaro, acusado de “empobrecimiento inexplicable”, dirían a manera de broma sus amigos y conocidos, una vez que el honrado funcionario había cumplido al frente del gobierno y vivía de manera modesta. Algo que se ha extinguido en la actualidad.
Para esos hombres, y algunas mujeres, la política era entrega en busca del bien común, con el objetivo de llevar a la sociedad a planos superiores de desarrollo y bienestar. Tenían que abandonar la parcela, el establo, la tienda, la fábrica o industria para ir a servir a los demás, pero no como mera retórica engaña bobos (lo de entregar su tiempo, esfuerzo, creatividad y hasta sus bienes a favor de otros), sino como una realidad, pues el presupuesto que recibían era exiguo, difícilmente alcanzaba para cubrir los salarios de cuatro o cinco personas: presidente, secretario, tesorero, director de obras y jefe o comandante de policía, los regidores no cobraban, ni los demás funcionarios, mientras que las obras se realizaban a través de la creación de comités vecinales, juntas de mejoras y otras agrupaciones cívicas que llevaban a cabo kermeses, rifas y otros espectáculos para recabar fondos.
Los aspirantes a presidentes municipales no andaban de ofrecidos, tampoco autopromocionándose, ni ofertándose como lo mejor que ha parido la tierra, ambicionando con vehemencia el hueso, menos empleando los recursos públicos con ese propósito (dinero, bienes materiales, su tiempo, ni la fuerza laboral de sus subordinados), pues como se trataba de hombres cabales, rectos, la sociedad los tenía identificados y les pedía, en ocasiones les exigían, fuesen sus representantes. Pero los nominados, conscientes del reto, se resistían. Pues tendrían incluso que sacrificar su patrimonio, al desatender sus labores para ir a trabajar por otros, donde ganarían menos y en ocasiones nada, más bien aportarían de lo suyo.
En la actualidad, contario a la evolución científica y tecnológica, la sociedad y la política se han degradado… pero más se han podrido los seres humanos que son actores en la cosa pública, deshonrando una ciencia, que a la vez es arte y disciplina patriótica, para convertirla en una actividad lucrativa. Eso han hecho de la política, el negocio más rentable, la forma de enriquecerse ilícitamente sin riesgo de perder la vida, ni de ir a prisión (aun cuando estarían traicionando a la Patria) y seguir desplegando un nivel de “honorabilidad”, pero muy lejos están de tener algo de dignidad y pudor.
En el presente, casi sin excepción, los “políticos” no cumplen con honradez, eficiencia y transparencia sus obligaciones como funcionarios públicos, su objetivo es única y exclusivamente la “distracción” o desvío de los bienes del estado o municipio para la difusión de su imagen y rendir culto a la personalidad. Así como el robo descarado del patrimonio de todos, lo que con cinismo insultante alardean, al convertirse en “nuevos ricos” y sin recato alguno ansían seguir saqueando, saltando de un cargo a otro más apetecible. Lo peor, es que hay personas que, por interés personal o tratarse de iguales, sin dignidad, valores, ni principios, o excedidos en la cómoda ignorancia, les siguen y apoyan. Ocasionando consecuencias desastrosas para el país, estado y municipios.
Ojalá en este proceso electoral, en el que ya estamos inmersos, como sociedad seamos un poco más reflexivos (por nuestro propio bien como colectividad) y demos, en las urnas, o antes si es posible, a cada quien lo que merece. No puede permitirse que, quienes lejos de cumplir su obligación de mantener la paz, estabilidad y gobernabilidad, hayan sumergido al municipio, en la rapiña, en la zozobra de la inseguridad y violencia, manteniendo a comunidades enteras como rehenes de grupos armados que abiertamente se disputan territorios.
Mientras que en otros núcleos poblacionales se violenta flagrantemente la ley, al mantener bloqueadas vías de comunicación y de acceso a sus localidades, en tanto los responsables de la “política interna” emplean los recursos del municipio para promocionarse.
Los gobernantes, representantes populares y funcionarios, en la época de la evolución y del “progreso”, no cumplen sus deberes, ni obligaciones legales y transgreden cínicamente las normas morales. Lejos de dar los resultados que la sociedad espera, se han transformado en una pesada carga social.
Ya habíamos informado que, por ejemplo, el secretario del ayuntamiento de Zitácuaro, en lugar de cumplir sus funciones de preservar la paz, tranquilidad, estabilidad y gobernabilidad en el municipio, se encuentra concentrado en hacer realidad sus ambiciones personales, a pesar de hundir al municipio en la inestabilidad, inseguridad y violencia. Para muestra, están los cuatro sujetos asesinados el fin de semana y las denuncias ciudadanas que alertan la incursión abierta de grupos armados en las comunidades del municipio, mientras los responsables de la seguridad y sus superiores se han vuelto ciegos, sordos y locos al respecto.
Lo irónico, es que un día el gobierno del estado alardeó que iría por los delincuentes que lastiman a los michoacanos a donde estuvieran, y hoy, no necesita ir a buscarlos a otras entidades o parajes, pues ellos mismos, los grupos beligerantes, han penetrado la casa de los que se supone mandan en Michoacán.
LA MUERTE ANTICIPADA DEL DR MIRELES
Desde la tarde del domingo corrió el rumor de que el Dr José Manuel Mireles Valverde había muerto. A los pocos minutos los familiares del máximo líder de los autodefensas desmintieron tal versión, pero algunos medios de comunicación insistían en el fallecimiento, incluso el sindicato del ISSSTE emitió públicamente sus condolencias. Lo mismo hicieron los diputados del Congreso Local de Michoacán, quienes publicaron esquelas de solidaridad con la familia del supuesto occiso.
Al día siguiente (lunes), la confusión fue utilizada por grupos anti silvanistas, que comenzaron a culpar al gobierno de Michoacán de “matar” mediáticamente al libertador michoacano, con el propósito de crear “cortinas de humo” para endeudar al estado aprovechando la consternación ciudadana, causada por la presunta muerte de quien encabezara la lucha contra la opresión del crimen organizado, para que el Congreso del Estado aprobara un empréstito por 4 mil 900 millones de pesos.
La tarde noche del lunes, un hijo del Doctor José Manuel Mireles aclaró, a nombre propio y de sus hermanos, que su padre estaba vivo y atribuía la confusión de la muerte a la propagación de información falsa, filtrada por las personas más cercanas “que tiene mi papá”. Insistía que dicha acción se debía a un conflicto intrafamiliar, pero que su padre se encontraba vivo, así lo había confirmado él y sus hermanos el lunes por la mañana, que el Dr Mireles se encontraba intubado, “pero su corazón late y sigue vivo, estable pero delicado”.
Finalmente, uno de los más grandes hombres que Michoacán ha visto nacer en los últimos tiempos, moriría tres días después, el pasado miércoles 25 de noviembre.
“LOS CAMINOS DE MICHOACÁN…”
Así definió el presidente municipal (con licencia) de Zitácuaro y ex Secretario de Gobierno, Carlos Herrera Tello, su primera etapa de precampaña en busca de ser nominado candidato al gobierno del estado, y comenzó bien. No había necesidad de un acto de lucimiento para que el gobernador le aceptara la renuncia al cargo de Secretario, pero se hizo y el mismo mandatario estatal y artífice de la candidatura se prestó para apoyarlo y desearle éxito en su proyecto.
Esa lectura es importante, para identificar como se están tejiendo las redes que concluirán con la designación del abanderado de la “Gran Alianza”.
Insisto, el evento para dimitir a la Secretaría de Gobierno fue representativo y el gobernador envió un mensaje entre líneas a su hermano, como diciendo: “Por el momento este es mi proyecto, debes sumarte, estamos en Michoacán, no en Coahuila con los hermanos Moreira, en nuestro estado la raza está más politizada. Además, se ha invertido mucho en tu proyección y poco es el avance. Es verdad que la interior del PRD encabezas las preferencias, pero llevas 6 años ininterrumpidos de campaña y gran parte del presupuesto invertido en ti, lo que no coincide proporcionalmente con los resultados”.
Luego entonces, la percepción se resume en dos proyectos del PRD para la gubernatura: Herrera, que está teniendo todo el apoyo, y Adrián López Solís, el funcionario más apto y capaz, el mejor evaluado del régimen silvanista, el de los resultados, el comodín y el as bajo la manga, por si el plan “a” no cuaja.
López Solís no ha manifestado todavía su intención de participar y a pesar de ello las encuestas lo ubican entre los tres mejor posesionados al interior del PRD, situación que cambiará, dando un fuerte impulso a su proyección una vez que haga pública su pretensión de buscar ser gobernador de Michoacán.
Pero el que decidirá, es Silvano Aureoles Conejo.

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