Zitácuaro

Pasa entrenando más de 30 horas a la semana a jóvenes boxeadores

H. Zitácuaro, Mich. – Raúl Martínez Martínez lleva como entrenador y promotor de box varias décadas, siempre entregado a los jóvenes boxeadores, a algunos de ellos los ha catapultado a otros escenarios, como a sus hijos Raúl y Fernando.
Actualmente se le puede ver en el gimnasio Soria, ubicado en la calle Guadalupe Victoria, quien no para de trabajar con jóvenes que asisten para realizar acondicionamiento físico y al mismo tiempo reciben consejos de este veterano entrenador.
En este período vacacional muchos jóvenes prácticamente llenan el gimnasio, quienes reciben clases de box y además artes marciales mixtas por otros especialistas.
Raúl Martínez tiene un grupo de 40 discípulos en esta temporada, siendo hombres y mujeres los practicantes. Muchos de ellos lo hacen por deporte y sólo algunos o muy pocos buscan forjar una carrera boxística.
Explicó Martínez Martínez que hay interés de los deportistas por incursionar en el boxeo amateur; sin embargo, hay quienes no soportan los entrenamientos, ya que implica muchos sacrificios.
Recuerda que cuando fue entrenador de sus hijos Raúl y Fernando, no dejó pelear mucho a su hijo Raúl, a quien le exigió que no abandonara su escuela y finalmente se graduó como profesor de inglés.
En el caso de Raúl, hizo solamente dos peleas en la Arena Coliseo de la Ciudad de México. Mientras que Fernando tuvo 10 encuentros boxísticos, mismos eventos que fueron transmitidos en vivo por una televisora.
Para esas disputas se encargó el señor Raúl Martínez de prepararlos y luego un promotor se facultaba de buscar encuentros boxísticos. Fernando llegó a ser campeón estatal, no le interesó disputar un campeonato nacional y fue en Puerto Rico cuando disputó el cinturón internacional de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
A pesar de haber brindado un buen espectáculo y entrega, en el intercambio de golpes recibió una cortada que le provocó su rival y el cotejo fue parado en el sexto round por decisión médica.
Siguió trabajando Fernando de manera constante en sus entrenamientos y recibiendo el consejo de su padre hasta que volvió a salir al extranjero. Ahora lo haría en Japón, en donde se midió frente a peleadores nipones hasta en tres ocasiones. Posteriormente lo hizo un par de veces con fajadores de Tailandia.
Tuvo también la oportunidad de pelear en Estados Unidos para buscar el campeonato en Norteamérica, encuentro que se desarrolló en Las Vegas, donde de manera desafortunada recibió una cortada y perdió la batalla.
Fernando Martínez tuvo una carrera brillante, sin embargo, la corona mundial no era su destino. En 1993 buscó ganar el cinturón mundial vacante contra el escoses Paul Weir y finalmente perdió por decisión técnica.

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