Personaje de la Semana

Personaje de la semana

Pedro Martínez Cerecero

H. Zitácuaro, Mich. – Químico de profesión, catedrático por vocación. Personaje político y de excelencia calidad humana. Nos referimos al profesor Pedro Martínez Cerecero, quien recientemente cumplió 95 años de edad.

Maestro brillante en las aulas escolares, leal siempre a los principios éticos, destacado profesionista y sobre todo un distinguido zitacuarense. Además amante de la poesía.

Pedro Martínez Cerecero nació en la ciudad de Zitácuaro, Michoacán, el día 24 de febrero de 1926. Sus padres fueron el señor Leobardo Martínez Lozornio y la señora María Remedios Cerecero de Martínez.

Cursó su educación primaria en las escuelas “Junta Patriótica Liberal Benito Juárez”, “Francisco I. Madero” y “Niños Héroes”, en la cual fue presidente de la sociedad de alumnos, así mismo fue seleccionado para asistir a la ciudad de México para recibir de manos del general Lázaro Cárdenas del Río, presidente de México, una bandera nacional.

De 1941 a 1943 cursó la secundaria, en la escuela federal “Nicolás Romero”, de la cual fue docente por varias décadas. Tuvo como como compañeros al profesor Jesús Teja Andrade, Rolando Uribe, Federico García y muchos más.

En dicha institución fue presidente de la sociedad de alumnos y durante su estancia en esta escuela asistió al Congreso de Escuelas Secundarias, convocado por la FEUM en la capital michoacana.

Participó activamente en el periódico “El Chinaco”, medio informativo a favor de la comunidad estudiantil de la secundaria número uno, a la que denominó “Crisol de Luminarias”.

De 1944 a 1945 cursó sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM, donde acreditó el Bachillerato en Ciencias Biológicas. Realizó sus estudios profesionales en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas perteneciente al IPN.

Su servicio social y tesis los realizó en el Hospital General, en los laboratorios de la Secretaría de Salud y en el Centro Dermatológico “Ladislao de la Pascua”, en la Ciudad de México. Se tituló como Químico Bacteriológico en su examen profesional.

En 1952 estableció en Zitácuaro el Laboratorio de Análisis Clínicos al servicio de la Ciencia Médica y de los habitantes de este municipio. Químico fundador en Zitácuaro de la clínica del ISSSTE Zitácuaro, en la rama de laboratorio clínico, servicio subrogado.

Por vez primera se brindó el servicio de Laboratorio de Análisis Clínicos en la Unidad Sanitaria, para atender una zona de influencia de nueve municipios de la Jurisdicción Sanitaria.

Fue iniciador en Zitácuaro de la campaña contra la tuberculosis, mediante el diagnóstico por baciloscopia, durante varias décadas.

En 1981 fue nombrado por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán, coordinador de peritos y perito de laboratorio de Medicina Forense del Comité de Participación Ciudadana.

Alcalde de Zitácuaro en 1968. En aquella época predominaban dos grupos políticos, por un lado, el del químico Pedro Martínez Cerecero y por el otro el del licenciado Daniel Camacho Acevedo, luego de las elecciones ambos no quedaron conformes; por lo que, de acuerdo a la línea del gobernador, el trienio se partió a la mitad y gobernó cada quien medio periodo.

Se produjo así una decisión salomónica, escribió el Arquitecto Roberto Herrera Medina, en su libro “Zitácuaro… una mirada a su evolución”.

Cabe hacer mención que como presidente del comité municipal del PRI tuvo a cuestas la organización y planificación de varios procesos electorales.

Fue orador oficial en diferentes eventos, entre los cuales estuvo presente el propio general Lázaro Cárdenas del Río,  José López Portillo, Agustín Arriaga Rivera y Antonio Arriaga.

Su amor a la poesía, le llevó a escribir un poema a Zitácuaro, el cual declamó por vez primera el profesor Ciro Artemio Constantino Álvarez, en la cúspide del Cerrito de la Independencia.

“Zitácuaro bendito: deja que me cobije tu querencia; que al declinar la frente ante la muerte, bese la tierra ardiente de tu entraña y el relieve que adorne el catafalco. Sea túmulo de montes aledaños.

Que me cubra mortaja colorada, de la sangre bravía de tus chinacos. Y se conjugue el cielo con la tierra en dos brazos de cruz, con sus gravados de libertad y paz, por ti labrados.

Que mis prados sean milpas y trigales, siempre con muchos manantiales. Quiero, Santuario Heroico Michoacano, que el saludo final sea de tu mano: pues si reposo yerto entre tu campo, pienso, por nuestra historia venerada, que ha de quedar mi tumba ornamentada, de flores abonadas con fusiles, de coronas con rotas bayonetas, y estandartes y lanzas como lirios”.

Ex presidentes municipales de Zitácuaro y ex alumnos de la secundaria federal “Nicolás Romero”, le rindieron un homenaje a su brillante trayectoria, hace 7 años.

El 15 de mayo de 1985 recibió por parte de la Secretaría de Educación Pública la medalla al mérito docente “Maestro Rafael Ramírez”, por sus 30 años de servicio.

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