Editorial

Trastorno del amor obsesivo

Trastorno del amor obsesivo.

Por: Marina Vilchis Herrera.

En una relación sana, las personas encuentran el ambiente propicio y el apoyo necesario para desarrollarse como individuos independientes en los ámbitos social y profesional.

Pero en ciertos casos las personas fijan toda su atención y desarrollo en el ser amado y nacen comportamientos obsesivos intensos. Esta condición se conoce como el trastorno del amor obsesivo, es una enfermedad y por tal razón requiere tratamiento; la psicóloga Marlen Hernández Gracián nos explica más sobre este interesante tema: 

Esta condición se caracteriza por la insaciable necesidad de poseer y ser poseído, y dominar a la persona. Quienes la padecen experimentan sentimientos intensos de celos, incertidumbre y resentimiento, que reemplazan al amor, la seguridad y la confianza. Las personas que sufren el trastorno sienten dolor intenso, angustia, preocupación y desasosiego cuando se encuentran lejos de la pareja o cuando por factores de tiempo, rechazo o disponibilidad física o emocional, no reciben la atención que demandan.

La satisfacción de sus demandas se convierte en una compulsión y fijación perpetua. Esta patología no es exclusiva de quienes han sostenido una relación que sobrepasó los límites; también la padecen personas que se obsesionan con personas a quienes ni siquiera conocen, les basta con solo haber tenido un fugaz contacto. Las obsesiones pueden abarcar acciones que van desde la simple contemplación, hasta el acecho y acoso.

Según los expertos, este tipo de conductas pueden originarse en la infancia o en los primeros años de la adolescencia. Factores como el abandono, el abuso físico o emocional, el descuido, la falta de afecto o la baja autoestima, pueden conducir a la persona a desarrollar este tipo de comportamientos.

El vacío emocional los lleva a la búsqueda desesperada de amor y aceptación, con la falsa creencia de que solo pueden ser felices si están correspondidos por la persona. Crean una ilusión que los lleva cada vez más lejos de la verdad y que les genera sufrimiento y decepción.

Un niño que experimentó abandono o desamor puede desarrollar la tendencia a establecer relaciones disfuncionales.
La inseguridad, la auto percepción de vulnerabilidad y la creencia de ser poco afortunado en el amor, son factores que alimentan el trastorno del amor obsesivo y que obliga a quienes lo padecen, a aferrarse a la pareja de manera patológica. Sin embargo, las personas egocéntricas, individualistas y con ínfulas de superioridad, también son susceptibles de padecer este tipo de compulsiones, pues su idea de que son superiores a los demás, les impide aceptar el rechazo o el abandono.

Hay varios signos y síntomas que permiten a los especialistas establecer si un individuo está padeciendo el trastorno de amor obsesivo. Estos deben ser evaluados por un experto para diagnosticarlo y para definir el tratamiento.

Algunos pueden ser:

• Fijación de que solo estando con la pareja se está pleno y feliz.
• Visión de túnel. La persona no puede abstraerse de la imagen y recuerdo de la persona a la que aman, al grado de afectar sus actividades diarias y capacidad de concentración.
• Conductas neuróticas y compulsivas como llamadas o visitas continuas.
• Acecho para ejercer control, ya sea físico, a través de amigos y conocidos, o por medio de las redes sociales.
• Peleas por celos infundados o acusaciones falsas que se tornan cada vez más violentas.
• Indagatorias extenuantes.
• Monitoreo físico de las actividades de la pareja.
• Manipulaciones económicas o afectivas.
• Amenazas.
• Control excesivo de la apariencia, amistades y actividades del otro.
• Masoquismo y violaciones.
• Depresión y pensamientos suicidas.
• Pérdida de la autoestima, sentimientos de culpa y odio hacia sí mismo.
• Negación de que la relación llegó a su fin.
• Ira intensa y deseos de venganza.
• Adicción a drogas, alcohol, sexo, comida o juego.

Las intervenciones de los especialistas dependen de qué tan afectado está el individuo, y van desde pequeñas instrucciones para cambiar algunas actitudes nocivas, hasta el uso de medicamentos y la hospitalización.


La persona afectada por este trastorno debe romper el círculo vicioso de la obsesión. El tratamiento debe estar enfocado a buscar las causas que generaron este comportamiento. Identificar el origen y entender los factores que lo causan conducirá a resolverlo definitivamente.

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